PLACEBOS…Y AMULETOS.
Aquel hombre
siempre había tenido
una maravillosa suerte
en la vida. Sin embargo
un día comenzó
a torcerse todo. Desmoralizado acudió a
un anciano sabio
de la tribu
y le dijo:
-
Maestro, estoy
casi al borde
de la desesperación. Desde hace
unos meses, todo
me sale mal. Mis
negocios se han
venido abajo. Mi mujer
ha enfermado, y
yo ando con
la moral por
los suelos, profundamente deprimido.
-
Es que
eso es ley de
vida. La vida
es así y así son
las cosas. La
fortuna y la
desgracia se alternan
unas veces a
favor y otras
en contra.
-
No. En
mi caso seguro
que no. Es seguro
que alguien ha debido
echarme un mal
de ojo, o
una maldición y
me está haciendo
efecto.
Aquel hombre seguía obsesionado
con este miedo
a un hechizo
o conjuro y los razonamientos
del anciano sabio de la
tribu no servían para
nada . Pero en aquel
instante , al anciano
sabio le vino
una idea ocurrente y dijo:
-
Ahhh…
no te preocupes. Aún conservo
el poderoso amuleto
que mi anciano
maestro me dejó
y seguro que
te resulta infalible.
Nunca ha fallado. Veras como
te resulta.
Y el anciano
sabio dejó en
la mano del
hombre una chinita
que acababa de
coger del rio, diciéndole
a
la vez:
-
Por nada
del mundo pierdas
este amuleto. Es muy
poderoso, hazle una
bolsita de cuero y cuélgatelo
al cuello. Todos los días, durante
dos veces, y a
lo largo de un
mes, rézale una
plegaria. Fue bendecido en su día
por mi maestro
y también por el
maestro de mi maestro
y por el
maestro del maestro de mi
maestro.
Tranquilizado ya y
algo más aliviado
aquel hombre se
marchó. Y todos
los días, durante dos veces
al día, hacia
plegarias al amuleto
y su ánimo comenzó
a recobrarse, sus
negocios comenzaron a
irle mejor , su mujer
sanó y sobre
todo echó fuera
su depresión. Habían
pasado siete meses
y entonces al
pasar cerca de
la aldea , se le
ocurrió visitar al anciano
sabio y
tras los saludos
de rigor le
dijo:
-
¡Qué maravilla
de amuleto ¡ ¿Sabes que
me ha cambiado
la vida y
la de los que me
rodean? ¡Vaya poder el
suyo!
El anciano sabio
de la tribu,
lo miró de
arriba abajo y con desdén le
dijo
-
¡Tira la
piedra! ¡deshazte de ella,
pues no es
un amuleto. La cogí
en aquel instante
del rio y
te engañé con
ella!
Aquel hombre cambió
su rostro. Agresivo se
fue para él
y le dijo:
-
¿Te estas
burlando de mí? ¿Por qué
lo hiciste así?
-
Porque
te vi tan
obsesionado con aquella
maldición o mal de
ojo que decías te había
paralizado alguien
que no tuve más
remedio que utilizar
tu calenturienta imaginación constructiva
para refrenar tu imaginación
destructiva. Si más
o menos es
como cuando un
hombre sueña que
le ataca un
león, pero encuentra una
lanza y lo
mata; o sea, con un
arma ilusoria ha logrado
matar a un
león ilusorio que
lo mata de
miedo en sus
sueños.
Dice al respecto
R. Calle que << El poder
de la imaginación es extraordinario, tanto en su dirección
constructiva como destructiva, creativa o
autodestructiva. Es una energía que hay
que saber orientar
positivamente. La imaginación descontrolada y neurótica
nos
hace ver lo
que no es y
nos induce a
falsas interpretaciones y
a sentirnos amenazados
por objetos, situaciones
y circunstancias que no lo son>> .
UN RASGO DE SABIDURIA
ES PODER MANTENER
LA MENTE MAS
ATENTA AL AQUÍ Y AHORA Y
EJERCITARLA PARA QUE
CONECTE CON LO QUE E S
Y NO TANTO CON LO QUE
FUE O
PUEDE LLEGAR A SER.
http://antoniomarincara.blogspot.com.es
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