Caligrafía terapéutica
AL
FINAL, VALE LO ANTIGUO, LOS GRANDES
VALORES HASTA TERAPÉUTICOS
DE LA CALIGRAFÍA.


El secreto
de Lorenzo, un
profesor mallorquín, es SENCILLAMENTE
escribir caligrafía. Su entrenamiento
mental se ha
fortalecido siguiendo un viejo método. Hace
10 minutos de caligrafía al día.
Él dice
que le quita
estrés, que gana
en concentración y a la
vez estimula sus
neuronas. UN DÍA…EN SU
INQUIETUD POR PERFECCIONAR
EL ENTRENAMIENTO DE LOS
ALUMNOS DE SU ESCUELA…Chicho Lorenzo se percató
de un detalle: “según escribían,
pilotaban de una u otra forma
y aprendían más
o menos rápido. Era
solo una teoría,
pero la expuso
públicamente: hicieron un estudio
científico en la escuela.
Dividieron a los
alumnos en dos
grupos. Durante seis meses,
unos hacían unos
ejercicios caligráficos y
otros, no: “Incidimos en
la autoestima, la
motivación, la concentración
y la competitividad. Contrastamos que
el grupo que trabajaba regularmente,
iba mejorando progresivamente los
tiempos” Esa investigación tuvo
cierta repercusión: “Punset nos
dijo que no había oído
nunca algo así
antes, que era
excelente”. En marzo de 2015 la
empresa Graffos fundada
por Sanfiel le hizo un test
para evaluarle: “De ese
test se evalúan
96 valores o parámetros
que salen de la
forma en que
presiona sobre la
tablet, la forma
del trazo, lo que
se aproxima al
borde…Esos valores son tratados
por algoritmos que
emulan lo que
hacen los expertos
grafólogos y los
convierten en valores
de destrezas. Te dicen
por ejemplo: Tienes la
motivación en el
33 y la
autoestima, en el 45. Da un
valor de 0
a 100 en cada
una…basándose en esos
datos, el sistema
informático le elaboró
un plan de ejercicios para potenciar esas
destrezas: “Es lo mismo
que hace un
entrenador o preparador
físico. Pero con ejercicios
caligráficos. El principio es
el mismo y
la solución es
tan natural como
hacer 5 ejercicios físicos.

Entendemos que
corriendo mejora nuestro
corazón, pero cuesta
más entender que
haciendo ciertos trazos
mejora nuestra autoestima,
pero es lo
mismo. El programa sabe
en qué puntos
están las tres
coordenadas del puntero
en todo momento, cuando lo
levanta, cuánto tarda
en volver a
presionar, como presiona…Todo
eso son valores
que se analizan” explicaba Ángel Cavada
de la empresa Graffos, que
potenció este método
como método terapéutico.
Yo recordaba que un
día, le expuse
a un viejo
jesuita misionero, psicólogo,
el P. Irala como
me desconcentraba fácilmente.
Me recomendó un
método suyo, que
me hizo mucho
bien. Se basaba en
hacer trazos caligráficos,
continuos, que simulaban
el recorrido que
los peces tropicales
hacen en sus
movimientos en una
pecera o acuario continuamente y
siguiéndolos con la
vista llevarlos después
al papel. Noté
que me ayudó
mucho personalmente en
la concentración y
en aumentar mi
capacidad de síntesis. Durante cierto
tiempo llené cuadernos
y cuadernos con
aquellos trazos circulares
que imitaban el
movimiento de unos
peces tropicales que tenía en
una pequeñita pecera
con tres peces
tropicales. Llené cuadernos y
cuadernos imitando la caligrafía antigua
de Ignacio de
Loyola en su método
de los Ejercicios
Espirituales. Y me sentí
mucho mejor tanto
en motivación como
en autoestima. Hoy
leyendo a este maestro Chicho Lorenzo
y los métodos
de la empresa Graffos fundada por
Sanfiel he recordado
lo que me
ayuda continuamente escribir
al menos esos diez minutos
de caligrafía en mi diario
personal y su
valor terapéutico.









No hay comentarios:
Publicar un comentario