AQUEL TANGER
DE NUESTRAS INFANCIAS…
“ULTIMAS NOCHES DEL
EDIFICIO SAN FRANCISCO “ de
Blanca Riestra, de Editorial algaida 2020
Reconozco que
me he emocionado estos días leyendo
este interesante relato
de la coruñesa Blanca Riestra
que siendo de una época
muy
posterior a la
nuestra (quizás supo poner
bien el oído en
los que fuimos
de la época que
relata o supo
poner bien la
vista y el
resto de los
sentidos en las lecturas
y leyendas con
las que los los
de mi generación acabamos siempre
mitologizando Tánger ) como gran
escritora que es ella
creativamente sabe meternos
en aquel ambientillo
que Tánger disfrutó entre
las dos décadas comprendidas
entre 1950 y
1970. El Tanger que coincide
con nuestras infancias
y adolescencias. Aquel Tanger,
al que solo
con recorrer los
40 km que
la separaban de Tetuan,
la capital del protectorado español,
parecía que pasábamos a
un país mucho
mas adelantado con
el nuestro, ajuqel
Tanger, cuyos escaparates,
boulevards y avenidas
nos deslumbraban. Aquel Tanger, donde
chicos y chicas
de nuestra edad vestían
mejor
que nosotros, mas
a la “europea”, hablaban perfectamente
el francés , eran
mas elegantes y parecían
mas
felices. Es aquel
Tanger que refleja
en su libro “El
año que viene
en Tanger “ nuestro cercano
Ramon Buenaventura.
Ya desde
finales del siglo XIX en Tánger se
encontraban instaladas las
delegaciones diplomáticas de
los principales países europeos
que tenían negocios
en África y en concreto
en el Magreb. . En
1923 fue firmado
un tratado que establecía el
nuevo estatus del
territorio, el denominado Estatuto de Tánger. .Y según este
Estatuto Tánger se convertía en
un protectorado controlado conjuntamente por
las autoridades españolas , francesas e
inglesas. Se incorporarían luego Países
Bajos, Portugal, Bélgica e Italia. .comenzando así
en 1925 esta Administración internacional. . Por esta situación
desde
comienzos de los
años 30 Tánger se
convirtió en un centro
de espionaje y un punto estratégicamente
situado
en las rutas
comerciales y cercano al
estrecho de Gibraltar. Durante la guerra
civil española continuo
esta situación, viéndose la
ciudad envuelta en el
conflicto interno español.
Entre el 18
de Julio de
1936 algunos buques
de guerra españoles fieles a la república se dirigieron al puerto de Tánger, por carecer
de un puerto
Lear en la
zona del estrecho. Así
el acorazado Jaime
I y los
cruceros Libertad y Miguel de Cervantes, con otros
buques que iban
faltos de combustible ,
intentaron que el
gobierno de la
ciudad les permitiera
petrolear y carbonear, pero
no lo consiguieron. Franco desde Tetuán califico
a la flota
republicana como pirata
para que no recibirá
ningún tipo de
ayuda.
.Cuando Francia
y Gran Bretaña reconocieron diplomáticamente a Franco,
en febrero de 1939, los
representantes españoles republicanos
fueron expulsados de la ciudad. .
Al iniciarse la
Segunda Guerra Mundial,
las tropas españolas
invadieron desde el
protectorado de Marruecos la
ciudad el 14
de junio de 1940 aprovechando el desconcierto ante
la ocupación alemana
de Paris ese
mismo día, y desmantelando
el gobierno internacional de la ciudad. Y anexionándose
Tánger
al resto del
protectorado español de
marruecos.
Con el
final de la contienda en
1945 las tropas
españolas son retiradas
de la ciudad
y se restablecia
la administración internacional . Y el
1 de Enero de
1957 las nueve potencias cogobernantes
de Tánger acordaron el fin
del régimen internacional
sobre Tánger para que
pasase al nuevo
estado de Marruecos. Sin embargo
las retiradas de
las tropas y autoridades extranjeras
no llegó hasta
el 11 de
abril de 1960.
El libro “Ultimas noches
del edificio San Francisco” es
una bonita recreación de
aquel Tánger ,
que coincide con
nuestra infancia, aquel Tánger
que dejó
de ser Zona
internacional. Esa condición que
hizo pensar esta
ciudad como leyenda,
a veces más
aumentada e inventada
que real, y
donde convivían espías, costumbres de
un liberalismo extremo
que no se daban
en otros lados,
delincuentes internacionales, aristócratas aburridos ,k nacionalistas marroquíes
, comerciantes judíos establecidos
allí desde siglos
anteriores.
Es a
partir de Abril de
1956 cuando con Francia
y España, se declara
la independencia de
Marruecos cuando comienza a convertirse
en una ciudad
, adscrita al marruecos
independiente. Es a partir
del 1 de Enero de
1957 cuando comienza el principio
del fin de
la leyenda tangerina,
de su desenfreno, de sus
privilegios, de vivir
la vida a
escribirla. Lo que según Juan A. Jurista, no deja
de ser propio
de la decadencia
porque aquello que se canta
y cuenta es
siempre nostalgia y
memoria.
En aquel Tánger liberal
y facilón, aun con
el comercio sexual
de todo tipo,
pero donde especialmente
los homosexuales gozaban
de una gran
permisividad que se
negaba en muchos
otros sitios del
mundo , siendo Tánger
lugar de cita
de liberales escritores
sobre todo norteamericanos, fotógrafos británicos , pintores, poetas, artistas,
estrellas de cine y lo más selecto
de la aristocracia
mundial del momento . que
de alguna forma
llevaron a l mundo la imagen
y el mito del enorme
glamour . Por ello
la pena enorme
de cierta aristocracia
española en la
ciudad que se
negaban a abandonar
esa ciudad por
la tristeza que
atisbaban en su
tierra vista desde
el Estrecho , escritores marroquíes en ciernes
con historias terribles a
sus espadas.
Era
aquel Tánger donde
ya Paul Bowles , Jane Bowles
y William ÇBorroughs se
codeaban con Truman Capote, Allen Ginberg, Cecil Beatón…
y junto a ellos
como no también la
escritora Carmen Aribau, que
fue la ganadora
del primer Premio
Planeta que, a punto de
la separación conyugal
con su marido, afecto al Régimen
franquista, que se escapa
a Tánger para airearse. Otro español, también en
esa línea el
periodista Ángel Vázquez quien
en su gran
obra sobre la Tánger
sefardita, en La
vida perra de
Juanita Narboni, plasma su
gran obra sobre
la Tanger de
otro tiempo de
esplendor.
La novela “Ultimas
noches del edificio San Francisco “ de Blanca
Riestra recrea tiempos
ambiguos, unos tiempos y
un paisaje cautivador
de aquel Tánger que
habiendo sido centro
mundial de referencia
cultural y modelo de
convivencia internacional, comenzaba
ya a declinar.
Pero es ese Tánger que
los que nacimos
en aquella época y
que nuestros padres
solían llevarnos muchos
fines de semana
a ver otro
modo de vivir más liberal,
a recrearnos en
grandes almacenes, compras,
visitar familiares, ver películas francesas… aquella ciudad
modelo de convivencia
internacional de culturas, religiones y
costumbres.
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