martes, 27 de septiembre de 2022

 

ASOMADO AL BALCON MIRADOR DEL TETUANI PASEO DE LAS CORNISAS




ASOMADO AL BALCON MIRADOR DEL TETUANI PASEO DE LAS CORNISAS
Ya hace unos años y con motivo de alguno de nuestros viajes al Tetuan de nuestra infancia tuve un ratito para pararme un ratito en el viejo mirador de nuestra infancia del paseo de las cornisas a la altura del que fuera casino israelita . Todo habia cambiado , mirando hacia el paseo de las palmeras y el contorno de las montañas del Gorgues o el pico de las monas, o el recorrido sinuoso del rio desde las ruinas romanas de Tamuda, la antigua fabrica de cementos me maravillaba del enorme volumen de viviendas y edificaciones altas construidas en todo aquel recorrido, incluso invadiendo las faldas del Gorgues que tantas veces divisaba desde mi terraza, cuando viviamos en mi infancia en la esquina del paseo con la calle Ahmed Ganmia


. Era impresionante el nuevo paseo de ribera, el enorme volumen demografico de movimientos que paseaba tanto en trafico como en personas por el viejo paseo de las palmeras. Ya no habia aquella paz y aquel silencio de antaño ni el verdor enorme que llegaba casi hasta las fuentes del yargui o hasta la torreta. Tetuan ha crecido en poblacion y volumen de edificacion enormemente en los ultimos 20 años pero es verdad que tambien el progreso y la edificacion han dañado parte del paisaje, como en tantas y tantas ciudades.
Traigo estas dos fotos. La primera ya casi borrosa en blanco y negro algo deteriorada la debió hacer mi padre hacia 1958 con su primera camara alemana adquirida en Tanger. Se vislumbra todo el paseo de las palmeras, el edificio o los hangares cocheras de la empresa de transportes La Valenciana de los Yodra, la cercana fabrica de tabacos, las huertas y las tapias de los viejos talleres del acuartelamiento de ingenieros... al otro lado una foto reciente de las que seguramente habeis subido alguno de los que habeis nacido en Tetuan, donde ya se vislumbran alguna de las modificaciones de las que hablo pero que continuan conservando ese magico encanto de este bonito mirador que tanto tiempo lo fue en nuestra infancia y cuya vista tantas veces nos llevo a la calma y a elevar nuestro pensamiento en la inmensidad de ese paisaje de montañas y valle encantador. El de nuestra infancia.


 RECUERDOS  EN   TANGER 

                         Las  ciudades  más  interesantes  del  mundo están  construidas  sobre  ruinas.  A  fin de  cuentas  la  historia es  esa  piedra  sobre  piedra  tiempo  sobre  tiempo  o como  diría Anatol France en uno  de  sus  grandes  libros “Sobre piedra Inmaculada” .Me  acerqué aquel  día  a Cabo  Espartel, en  una  de  mis últimas  visitas a Tánger, aprovechando  mi  viaje  para  el  reencuentro en Tetuán  con  viejos  amigos  y  viejos  vecinos  de  nuestra  estancia en la ciudad tetuaní  en  las  décadas  de  los  años 50  y  60  del  siglo pasado. Era  un  día  esplendido  y  además  se  esperaba  la  visita del Rey  Mohamed VI a Tánger,  y  en  concreto  a  su  palacete  en Cabo  Espartel. Esta incidencia  me  impide  a  lo  largo del  día  ponerme  en  contacto  telefónico  con España.  Hacia todavía  muy  buena  temperatura  en Tánger, a  principios  de Octubre,  y  los  hijos adolescentes de  mis amigos, aprovecharon  para  bañarse en  la  playa. En  el restaurante  a  las orillas  de  la playa, nos  han  servido  un  tagine de  cordero , para  chuparse  los  dedos. Allí  se  nos  incorporó nuestro  compañero Larbi de Tetuán y parte de su familia, entre ellos dos de  sus  simpáticos nietos,Laila y Mustafa, que  nos amenizaron  el  final  con  preciosas tonadillas de  canciones  marroquíes. El final de  la  comida se prolongó  con  el  recuerdo y  la  exposición de  montones de  recuerdos de  nuestra  infancia. Se habló mas de Tetuán que de Tanger. Pero tambien de  como Tanger, constituia para  nosotros  españoles  de Tetuán  un  pequeño sueño de ciudad  abierta  y  liberal, llena  de  vida  y  esplendor,que a  nuestros ojos infantiles nos deslumbraban con aquella  vitalidad de ciudad  internacional

                         Las principales avenidas de Tánger, bajaban aquel día  festivo, repletas de  gente. Marruecos  es  un  país con  un  tremendo  problema demográfico, especialmente de  mucha gente  joven  que  buscan empleo, y  que  llenan esquinas  con puestecillos  callejeros  de  ventas de marroquinería  y  objetos repujados en  cuero y madera.  Tánger  guarda  en  el  recuerdo  su  esplendor  de  ciudad  internacional,   cuando Europa  se  desgañitaba  y  en  algunas  esquinas  del  mundo  florecían  paraísos  perdidos.  Tánger  tiñe  aliento de  ciudad  vieja.

                        Tanger, aquel Tanger  de  nuestra  infancia ha  cambiado  enormemente. La presión demográfica es enorme. Barrios apelotonados en las periferias, miles de edificaciones  nuevas. Nos paramos  ante  el  paso del ferrocarril.   Hoy, solo  la  luz  conserva  la  misma edad  de  entonces. Hay   barrios  nuevos  que  van  naciendo. Muy  pocos  hablan  ahora  castellano  en  la c ciudad. La  huella   española  es  endeble  y  se  difumina como  una  acuarela. Algunos  símbolos  de  nuestra presencia  allí  (el  teatro  Cervantes  por  ejemplo  ).En  el  Hafa  Café ,  los  jóvenes  se  fuman  un  canuto. Tienen  la  mirada fija  en  el  horizonte,  donde  Europa enseña  sus  perfiles.Y ellos  sueñan  con  su futuro,  un  futuro europeo.

                         Beni  Makada  enclave  africano   que  confía  mayor  numero  de  menores  a  la  emigración. En dos ocasiones el conductor de  unos  autobuses españoles han  tenido  que  avisar a  la  policía por menores  que  se  han  introducido  en  los  bajos con  ánimo  de  introducirse clandestinamente  en  el  transbordador de  vuelta  a España. Son menores de unos doce  o  diez  años.  

 

 

 

 

 Posiblemente  Tánger  sea  la  menos  marroquí de  las  ciudades  marroquíes. Siempre  fue  un  lugar  de  paso  y  de  encuentro.  Por  allí desfilaron  integrantes de  la  beat  generación, como  William  Burroghs  o  Allen  Ginberg;  y  allí estableció  su  residencia  todo  un  Paul Bowles (autor  de  El  cielo  protector) Incluso  los Rolling  Stones d dejaron  su  huella. Pero  mas  allá  de  su  talante   cosmopolita  y  abierto,  liberal  y  misterioso, es también  la cuna  o  el asentamiento  de  maestros  de  la  música d e  Marruecos,  como  el cantante  Mohamed  Serghini  El  Arabi,  el  violinista  >Jamal  Eddine  Ben  Allalñ,  o  el  laudista  Larbi Akrim.