EN TORNO A
UNA GRAN PELICULA: “LLEGARON DE NOCHE” (el
asesinato de los jesuitas en el Salvador)
En
la primavera de 1988,estando yo
destinado en mi labor docente en Sevilla tuve el gran
privilegio de conocer y
saludar a Ignacio Ellacuria, con
motivo de una conferencia
que dicho jesuita, rector en aquello entonces de la UCA , en El Salvador,
daba sobre la situación en Latinoamérica,
en el
paraninfo de la Universidad de Sevilla. La presentación recuerdo vino a través
del jesuita, entonces destinado en Almería. Velazquez.La exposición de aquella
conferencia sobre la situación en Latinoamérica
y en
concreto en El Salvador fue de una gran emotividad y crudeza en cuanto a
la situación de violencia, inseguridad, pobreza e injusticia en aquellos
países.
Más de un año después, en noviembre de
1989 viviendo yo ya en Málaga, me llegaba la trágica noticia
del asesinato de los cinco jesuitas de la Universidad Centro Americana, junto con una
de las mujeres
de la limpieza y su
hija que quedaron atrapadas allí por el
miedo a la situación
caótica y de terror en la
noche en la capital salvadoreña. Aquella noticia recuerdo me dejó
un tiempo totalmente bloqueado. Jamás pensamos que
aquello pudiera terminar de
una forma tan horrible.
Treinta y tres años después me
llegaba la noticia del
estreno de esta película del
gran director Imanol Uribe.
Meses después supe
que venía a Almería.
Fue todo
un placer compartir con
Imanol algunos aspectos del rodaje que
reconstruía de alguna
manera aquella tragedia que conmociono los
noticiarios de todo el mundo. La
actividad ,organizada por la entidad Unicaja, se titulaba “Encuentro con directores “ .La mejor
sala de Almería, el teatro Cervantes, abarrotada de público interesados en
la película, el hecho histórico, y
el posterior fórum o debate de
aspectos de la cinta.
Entre los
aspectos que subrayamos
que más nos
emocionaron al abundante público : La película le habían llevado seis
intensos años de su vida, con muchas dudas
de como exponer
tan delicado tema y formas de
hacerlo, los distintos títulos que tuvo
en su mente y en su corazón
para la película (al final optó por
el casi el
que parafraseaba al evangelio
de san Juan en la
traición de Judas :era
de noche ) también la historia en
la realidad del continuo acoso y
tortura a la única testigo superviviente Lucia (que hoy
sobrevive en California) para
que cambiase su testimonio por parte de las autoridades salvadoreñas y del mismo Departamento del F.B.I. Norteamericano. El papel valiente del embajador francés en el Salvador, y el Provincial de los
jesuitas Tojeira y sin embargo la
ambigüedad de la embajada española e incluso del nuncio y el vaticano en aquel
momento ,con aquel Papa, Juan Pablo II , temeroso del común ismo
y la teología de
la liberación, tras la caída del muro de
Berlín y la apertura política de
la URSS. También el detalle casi desapercibido, del libro de Jon Sobrino, manchado de sangre,
por la paginas que hacen alusión
a la teología de
la denuncia profética
del avasallamiento de los derechos
humanos en los más pobres y
frágiles de la
sociedad.
Ya
a la salida
del acto y en “petit comité “el encuentro
con un Imanol, ya
fuera de las cámaras, las luces
y los
micrófonos, cercano y casi familiar, que
nos explicaba el porqué
de una película que nadie
se atrevía a
hacer, unos motivos emocionales
(el nació en el Salvador) posteriormente alumno de los
jesuitas bilbaínos de Indauchu (coincidió en las
aulas con un
primo mío bilbaíno) ,enamorado en su
juventud de una sobrina
de Ignacio Ellacuria, admirador
del testimonio de los
jesuitas en aquella nación y en
aquellos momentos,jugándose la vida
por una ética de
denuncia en la
ausencia de los
mas elementales derechos
humanos en el país
salvadoreño .
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