martes, 30 de mayo de 2017

MIS  PRIMEROS  ALUMNOS  EN  EL  COLEGIO  PORTACELI  DE  SEVILLA  1977





















NUESTRA ITACA PERSONAL: PEDID QUE EL VIAJE SEA LARGO

Gracias a la vida…que me ha dado tanto. Siempre se ha dicho que la montaña es traicionera, Puede uno prever que hará “buen “ tiempo, temperatura no demasiado extrema. Y resulta que toca viento, imprevisto, fortísimo, violento. Según subes por la pendiente de la vida piensas si deberías darte la vuelta o sigues, porque s i en la ladera sopla viento fuerte, en la cresta será todo extremo y duro de superar.

La última vez que tuve esta experiencia pensaba que el montañismo es como la vida. Incluso el navegar. Ya lo dice el refrán : “Quien no sepa rezar … que salga a altamar “: “Cuando emprendas tu viaje a Itaca. Pide que el camino sea largo. Lleno de aventuras, llenode experiencias. Pide que el camino sea largo “. Al final lo difícil es prever y lo importante es perseverar.








































En la vida hay muchos momentos duros, dificultades que parecen insalvables. El viento sopla fuerte y apenas te deja caminar: “Ten siempre a Itaca en tu pensamiento. Tu llegada allí es tu destino, Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años”. Empiezo a entender (ya era hora ) cercano a mi madurez de vida, aun por escalar mi gran montaña, aun por conseguir entablar batalla con la tormenta perfecta, preparado para el gran viaje, firme, sin temor, que significan las Itacas personales.
“Y atracar, viejo ya, en la isla. Enriquecido de cuanto ganaste en el camino. Sin aguardar a que itaca te enriquezca. Itaca te brindó tan hermoso viaje.Sin ella no habrias emprendido el camino.Pero no tiene ya nada que darte. Y aunque la halles pobre, itaca no t e ha engañado. “
He aprendido a agradecer la vida por cuanto me ha regalado. Viajar es un modo fascinante de llenarse interiormente y madurar nuestro alma . El temor a lo desconocido se convierte en una impresionante fuerza imperecedera que solo puede ser alimentada deseando que tu lance en esta vida sea largo. Y si los miedos y los temores no los llevo conmigo, jamás aparecerán ante mí las dudas que son las que nos hacen madurar.
Y esto es lo que pasa en la vida, solos podemos hacer poco, con el aliento y el apoyo de los demás seguramente nos sentiremos más fuertes e n los navegares de la vida. Mantener el ritmo, seguir la marcha, sortear los obstáculos del camino, los que la vida, que a veces es traicionera como la montaña, nos pone por si sola en medio de nuestro navegar.
Afirma F. Pérez , de “La Universidad Emocional “ que viajar es una bella forma de valorar el mundo como algo apegado a nosotros como parte de nuestro propio ser. Decía Albert Camus que lo que da precio al viaje es e l miedo. Es ese miedo a separarme de mis apegos, a que la distancia duela y no puedas aliviarla con un abrazo o un beso certero, miedo a que el libro que te acompaña finalice sus páginas dejándote huérfano en medio de un cielo inmenso , o una tierra infinita. Pero con todo , sales ,te adentras en dirección a un horizonte y te marchas a lo inalcanzable para vivir más, para recordarte tu poder, para sentir tu mundo, el mundo que te pertenece y al que regresas: Viajas para llenar tu alma.
Nuestro destino es vivir y eso es nuestra itaca. El solo deseo de ser hombre, de existir , fue el que nos brindó tan hermoso viaje. Sin ese hambre de vida nunca habría emprendido nada, por eso nada tenemos que reprochar al mundo; un mundo que solo es pobre en los corazones tristes: “ Asi ,sabio como te has vuelto, con tanta experiencia. Entenderás ya que significan las itacas “. Y es un gran descubrimiento ese nuestro viaje a Itaca: “ Camus, Homero, Petronio, Cervantes, Hughes, Gerard Brenan, Alberti, Lehigh Fermor, , Nooteboom, Bolaño, Magris… simplemente daros las gracias por la inmensa cartografía recibida, la que entregasteis y legasteis al mundo para que nos formáramos en tierra, previo para salir al espacio soñado y desconocido. Un navegante o un caminante, así , con todo este patrimonio por leer y hacer suyo, no puede morir nunca. Navega y navegar, caminar y caminar, soñar y soñar, caminando debajo de las estrellas… dueños de la soledad del mundo, dueños del hambre de vida. Rellenando cada noche, el cuaderno de bitácora, el libro de apuntes, tu cuaderno de campo, . A veces somos seres elementales capaces de s Oñar hasta lo más inalcanzable si alguien nos invita a mirar en un pozo negro, como nuestra alma. Nuestro destino es vivir y eso es nuestra Ítaca. Y pide que el viaje sea largo.
A punto de subir a bordo, ligero de equipaje, nada más que agradecimiento en mí, para un mundo que todavía puede sorprenderme , cautivarme, incluso seducirme a través en las estrellas que me orientan en lo que aún me queda de camino, en lo que aún me queda por navegar.
http://antoniomarincara.blogspot.com.es