Gracias montaña por haberme dado lecciones de vida,
martes, 15 de junio de 2021
UN AMIGO EN
EL COLEGIO MAYOR
( El “mena “
con parálisis cerebral
que unificó el
lenguaje informático de
los trenes de
Sevilla)
Cuando aquel Sábado,
no hace muchos
días, abrí el
periódico en sus páginas finales , me
llevé de pronto
una agradable sorpresa, en
forma de un
rostro , ahora adulto,
del que hacía
muchos años había
conocido como un
joven , con discapacidad de
movimientos, recién llegado
al Colegio Mayor Loyola
de Granada hacia 2007 .Aquel
rostro juvenil recién llegado
a un Colegio
Mayor, que miraba
con inusitada curiosidad cada
rincón y cada persona
de las que
nos asomamos a
recibirle en el
comedor del Colegio
Mayor, sin desprenderse nunca
de su sonrisa
perenne. Su nombre Adnan
el Yaagoubi (Nador,
Marruecos ,1989 ) al poco tiempo
se había hecho
con la amistad
y la cercanía
de todos los
estudiantes que vivían
en aquellos momentos
en el Colegio
Mayor granadino . Y
porque aquel chico …era
amigo de todos.
El titular de aquel día , en el
periódico del sábado,
me volvía a
reverdecer todos aquellos
bonitos recuerdos que
guardaba de este
joven entrañable e inolvidable, de
alguien muy especial
que en su
fragilidad había aprendido
a mirar las
cosas de un
modo distinto lo decía
todo, de esta
historia que conocí
hace años y que
ahora este breve
titular periodístico venía
a actualizarme de
un Adnan ya
adulto sintiéndose útil
a la sociedad
que es por
lo que había
aprendido y luchado desde
su más tierna
infancia desde su
difícil fragilidad : “
El <mena> con parálisis cerebral
que unificó el lenguaje informático
de los trenes
de Sevilla “
Cuando Adnan
el Yaagoubi llegó
a España siendo
un crio no estaba
de moda hablar
de “menas “ Adnan vino
solo . Según la crónica
firmada por J. J. Madueño, Con cinco
años. . Y la parálisis cerebral
con la que nació.
Hoy con
poco más de
30 años, es ingeniero
informático, licenciado por
la universidad de Granada.
Tendido boca abajo
en una cama,
apoyado en una
almohada teclea con el movimiento de
sus pupilas y
programa con un
puntero agarrado a una cinta
en su cabeza. De
ella ha salido
nada menos que
la traducción del código
del software que
registra los trenes
que circulan por
las vías de
Sevilla.
Al nacer Adnan
traía el cordón
umbilical alrededor del
cuello . Eso le dejo
sin aire y
le dieron por
muerto, pero recobró
el aliento : << Estuve dos
semanas llorando >> afirma
el chico. La falta
de oxígeno le
provoco la parálisis
cerebral. En el
hospital de Nador unas
monjas de Melilla
lo conocieron y
lucharon para que se fuera a
España.
Con solo 5 años ,dejó
a sus padres
en Nador e
ingresó en el centro de
la Asociación Malagueña de
Padres de Paralíticos Cerebrales
de Málaga. (AMAPPACE)
En ese centro
hizo infantil , hasta
que en 1995
pasó al colegio Bergamin de Málaga.
Allí descubrió a los
siete años los
ordenadores: “ Quería saber cómo
funcionaban y me
dijeron que a tenia que estudiar
mucho para ser
ingeniero informático “ . .
Y estando en
ese lugar conocí
a Alberto Torres.
Al padre de Adnan
le presentaron a Alberto
al salir de
la mezquita de
Fuengirola .El español frecuentaba a este lugar con
amigos y el
padre le hablo del
chico. La amistad
fructifico y Alberto
lo acogió: << Entonces yo
vivía con mis
padres e iba e iba
a por él
los fines de
semana ; me lo
llevaba a Fuengirola y
jugábamos a la
PlayStation “
Adnan lloraba cada
vez que tenía
que volver al
centro. Fue así hasta
que en AMAPPACE ,
le comunicaron que
lo iban a
dar en adopción.
No se lo
pensó : “Alquile un piso
bajo en el
Limonar y me
lo llevé “ ,recuerda el
padre adoptivo.
Con el tiempo, Alberto dejó
el aeropuerto donde
trabajaba , y se
empleó como administrativo de
un árabe para
sus negocios. De Málaga
se marcharon a Marbella,
siempre sin perder
el contacto con la
familia marroquí de Adnan , con
la que hablan
una vez a
la semana.
El chico
comenzó a estudiar
en el instituto
Guadaira. Optó por
el Bachillerato tecnológico
y consiguió un
7 en Selectividad :” Mis amigos
querían irse a estudiar
a Granada, pero fui el
único que me
marche finalmente “ recuerda.
No fue fácil. Alberto buscó
a Ignacio Beltrán, un
antiguo profesor jesuita
que dirigía el Colegio
Mayor Loyola en Granada
: “ Me dijo
que cualquier cosa me
quitara el sueño menos
la estancia del niño en
Granada “ ,recuerda
agradecido su padre
adoptivo: “Allí hice de todo.
Sentía que
no había barreras”
asegura el joven.
Adnan abandonaría Granada
en 2014 y
siguió estudiando a
distancia, hasta acabar
la carrera en
2018 . En ese momento, se
puso a buscar
trabajo y entró
en Deimos. El proyecto era un
trabajo para ADIF : Se trataba
de unificar el
lenguaje informático de
los datos que
los trenes mandan
a la central, para
luego remitir esa
información en paneles a
los usuarios. Cada fabricante
tiene una codificación
en su software
para la lectura
de las señales
, horarios frecuencias…
y Adnan unifico
todos esos lenguajes
en uno estándar para
todos los convoyes de Sevilla.
Ahora sigue buscando
trabajo mientras trata
de labrarse su
futuro encriptando códigos
desde una cama
en su habitación
de Marbella, donde .
Confieso que aquella
no lejana mañana
del sábado leyendo
el periódico me
vinieron lejanos recuerdos
de aquel lugar
especial de Granada como
era el Colegio Mayor
Loyola, donde tantos
y tantos jóvenes
ilusionados tenían sus
primeros contactos con
el mundo esplendoroso
pero a la
vez difícil de
la universidad, pero
en aquellos momentos
recordaba aquel momento
luminoso en que Adnan
apareció un día
en su silla
de ruedas especial
en los salones
del comedor del Colegio mayor y como con
su sencilla sonrisa
y sus gestos
y expresiones nos
cautivó a todos por
su humildad . Hoy todos
admiramos lo conseguido en
su lucha nada
fácil cuando le
mueve en su
día a día
para seguir viviendo
una pasión de
servicio y ser
útil a la
sociedad. GRACIAS ADNAN