El gran
desfiladero
De mis recuerdos
de Málaga, esencialmente
aparte de toda
su geografía de
playas y paisajes, ahora y muy
especialmente como montañero que
me sigo sintiendo, recuerdo muy emocionado el
paraje de las cuevas del
gato y también el Caminito del
Rey. Creo que empecé
a venir por aquí con
16 años, recién llegado
a España, (pues en
mi infancia vivía
en Marruecos) con
scouts y compañeros del
Instituto de Enseñanza Media de Almería,
aficionados como yo a
la escalada y
la espeleología. Aunque recuerdo
que por la
ventanilla del tren, antes
de llegar a Málaga, mi
padre me tenía siempre
que reñir, pues “según
testigos que aún
viven” porque parecía
que iba a
salirme por la
ventanilla del tren, cuando este
pasaba por la
misma boca de la
cueva del Gato o los túneles del
Chorro.
Son muchas las excursiones realizadas personalmente en este paraje inigualable con distintos grupos scouts, montañeros, asociaciones, colegios, etc, como buen
admirador de la
naturaleza. Y todas ellas,
estas excursiones, con recuerdos
bonitos y bellas
fotografías junto con
algún momento apurado
por lo dificultoso
del recorrido y
el mal estado de
conservación que tuvo
hasta 2005, cuando muchos
organismos comenzaron a
denunciar su lamentable
estado de conservación.

Viniendo de viaje
desde Málaga, hace
poco, contemplaba con auténtica
envidia el recorrido renovado
de este sendero, desde las
ventanillas del tren, observando ya las
innovaciones terminadas que
afortunadamente en cuanto a
su mantenimiento se
han introducido por fin
tras tantos años de espera. Y he
de decir que
al contemplarlo admirado
tras años sin
volver, me venían a
la mente y
al corazón, miles
de rostros, de nombres, apellidos,
con los que compartí durante
años ese trayecto
precioso y desafiante para
quien tiene espíritu
y mentalidad montañera. En
su tiempo fueron
seis puentes y once túneles
los que hubo
que construir para
que el tren
pudiese transitar entre
este enorme desfiladero. Fue todo
un reto para la
ingeniería de principios
del siglo XX. Por ello fue necesario abrir
un caminito que
permitiese acceder a los
obreros al interior
de la enorme
garganta, así como
para trasladar los
materiales…y así nació esta admirada pasarela
que ha perdurado
hasta nuestros días. Nace
pues este sendero ante la
necesidad de la sociedad
Hidroeléctrica del Chorro de
abrir un paso
para los trabajadores
que operaban en
labores de mantenimiento
en el pantano
del Conde del
Guadalhorce. Se decidió su
construcción y se realizó
entre 1901 y 1905.
Algunos hablan de
que fue confeccionada
por presidiarios, a los
que se le ofrecía alguna
compensación en la
redención de sus
penas, dado lo peligroso
de trabajar a
aquellas alturas vertiginosas
donde se ven
volar las águilas
por debajo de
aquel maravilloso sendero
de vistas inigualables. Sin embargo
no es hasta
1921, cuando el
rey Alfonso XIII viene
a inaugurar la
presa cuando se inaugura. Cuando
en 1922 se culminó la obra,
el mismísimo rey
Alfonso XIII acudió a inaugurarla, recorriendo
aquella senda colgada
de los precipicios
abiertos por el río Guadalhorce y que comunica los
dos extremos del
desfiladero de los Gaitanes, también llamado de El Chorro. Es por
eso que desde
entonces se le
conoce como Caminito del Rey.
Aunque un viejo
lugareño de la aldea, llamado Antonio,
ya muy viejito
en los años
70 me decía
entre risas y muy sentencioso, que: “Entonces a
la garganta se la conocía
como Escamputa aunque nunca
supe por qué”.

De vistas impresionantes, no
aptas para personas
con vértigo el
caminito se abre paso
entre paredes rocosas transcurre por la Sierra
Huma y tiene
una de sus
visiones más espectaculares en
la particular senda
“aérea” que, anclada
a 100 metros
aproximadamente de altura sobre
el río, se
apoya en la
pared impresionante del
Desfiladero de los Gaitanes, una pasarela
actualmente renovada y en mejores
condiciones que hace
unos 20 años
cuando tuvo que
ser cerrado parcialmente. A esta torturada sierra caliza acuden con asiduidad
miles de excursionistas, actualmente
y entre ellos
ornitólogos, y sobre todo,
escaladores, pues es un reto
envidiable. No en vano
este desfiladero es
la escuela de escalada
más importante del Sur de España.
Uno
de los recorridos
más interesantes parte del
pantano El Chorro para
después bordear la
Sierra Huma y
adentrarse en la
llamada escalera árabe. Si subimos a
la cordillera por
su cara norte, se
pasa por el
conocido como “Tajo del estudiante”.
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