EN MI DEBILIDAD…
ME HACES
FUERTE, EN MI
DEBILIDAD.
Cuentan
los expertos en el nuevo
testamento y a
través de las
cartas de Pablo
que este tenía
una enfermedad crónica
que le limitaba
muchísimo en sus
viajes apostólicos. No sabemos
muy bien de que
enfermedad se trataba, pero s i
que se manifestaba
en ataques agudos
que lo incapacitaban
algún tiempo. Algunos piensan
que se trataba
de una enfermedad
psicológica, como aquella depresión
que tuvo al
comienzo de s u ministerio en Corinto (1 Cor
2,3) . no sabemos que
enfermedad tenia San Pablo, pero al menos
sabemos que era
un tanto vergonzosa,
que le limitaba
mucho y que interfería con
la agenda de
sus viajes. . Y Pablo
le pedía a Dios
la curación. Cada vez que
la enfermedad arruinaba
sus planes apostólicos
y tenía que cancelar
visitas y compromisos
acudía a la
oración “ Señor , si
me curas voy a poder multiplicar
mucho mi actividad, convertir a más personas,
fundar nuevas comunidades ….” Pero
un día dios le
hizo saber “
que no se iba
a curar nunca
de aquella enfermedad “ “Te basta
mi gracia, porque mi
fuerza se muestra
perfecta en la
debilidad “.
Lo que Dios
de alguna forma
le vino a decir
a San pablo fue “
<Me eres más
útil enfermo que sano. Tu
enfermedad te hace
sentirte débil y te
impide engreírte como cuando eras
joven. Si vas por la vida
solo cosechando éxitos terminaras
por creértelo y
entonces, ya no t e
vas a apoyar
en mí , sino en tus
propias fuerzas. Para que la plenitud
de mi bondad
pase a través de
ti, es necesario que
experimentes tu propia debilidad, tus
limitaciones, tu torpeza. Tu
debilidad no me estorba,
sino que al revés, es preciosa
para mí. No
siempre lo que te estorba a ti me
estorba también a mí. Solo
cuando experimentes tu debilidad
, serás cauce limpio
cristalino y transparente
a la bondad
de mi gracia, como cable conductor
de mi energía
hacia los demás”.
Por supuesto que a
veces hay enfermedades
tan dolorosas que
no nos hacen más humanos,
ni mejores instrumentos de
Dios. Hay enfermedades
que destruyen y despersonalizan a los seres humanos.
En este caso nunca debemos
cansarnos de pedir a dios que
nos cure, ni resignarnos
pasivamente a la enfermedad.
Pero a veces, Dios
nos hace comprender
que la enfermedad,
aunque sea algo
malo, puede estar al servicio de una
causa noble. Al comprender
esto, sufrimos de una manera
distinta. Ya no es
un sufrimiento ciego, absurdo, destructivo, sino que
nos humaniza y se
limita a destruir solamente
nuestro deseo de auto suficiencia. Como dice
la conocida canción
religiosa “En mi debilidad
Señor, me haces
fuerte , en mi debilidad “
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