EL ALPINISMO
TAMBIEN TIENE SUS
PREMIOS: “ PIOLETS DE ORO “
Eran sin
lugar a dudas dos de los jóvenes alpinistas
con mas intrepidez, audacia y visión.
Dos prometedores chavales
que emergieron en
el competitivo mundo del
alpinismo y que
estaban destinados a recoger
el testigo de las
grandes leyendas del
montañismo cuyos nombres
convivieron con nuestras
subidas a la
montaña en los
años 70 y 80;si, aquel
alpi8nismo clásico como
Bonatti , Terray, Messner, Kortyka
o Kukuczka. Sus nombres
eran David Lama
y Hans Jorg Auer, y
fallecieron en un
accidente mientras descendían después de
escalar el Howse Peso
en Canadá.
En ellos
casi como un
veneno había prendido
casi cuando eran
adolescentes la pasión del
alpinismo más puro
y exigente. Tal como
monjes que se dedican
a su oración y
a sus prácticas
austeras cuaresmales, ellos
practicaban la mística
de la montaña.
. Y
ambos dos, desde adolescentes
alejados de las
multitudes y del
montañismo espectáculo,
admiraron y vivenciaron
un montañismo de mística y
deporte ascético,. Como
en cierta ocasión dijera
el mítico Eric Shipton,de los
cronometros :<< No forman
parte del equipo
esencial en la
mochila de un
alpinista . A la montaña se
va sin prisas
y a disfrutar
de un paisaje “
Todos los
que nos hemos
considerados montañeros y alpinistas,
hemos ido a la
sierra, a disfrutar, a “dialogar
con lo mas
intimo de uno
mismo “ Y también a
vivir el espíritu de
la cordada, a
sabernos medir en colaboración
con
otros, que como nosotros
quieren vencer la montaña,
conquistar un paisaje
y abrazar y bendecir
el nombre de
aquella montaña o
aquel pico como
algo que ya
forma parte del
tejido de tu
historia emocional.
Por eso ,
los que vivimos
aquel montañismo de
puras esencias y
aire puro de la
sierra, nos cuesta
comprender ese otro
montañismo que surgió
a finales del
siglo XX , o a
finales de 1995
y tuvo su máximo
auge diez años después, hacia
2005, viendo en lo que poco
a poco se convirtieron
las grandes rutas de
los ocho miles, rutas turísticas llenas
de sherpas, cuerdas fijas, basura
y botellas de oxigeno
tiradas en las
cunetas y barrancos.
Nos viene al
recuerdo aquel Mallory,
que decía que
este tipo de alpinismo
“nunca tiene sentido
ni atractivo” Para Ayer y
Lama, los dos
alpinistas trágicamente desaparecidos, el alpinismo era
aventura, exploración exigencia
y atrevimiento.
Siempre supimos
que eso no era montañismo. Todo montañismo
que esté desprovisto
de un espíritu deportivo, de
esfuerzo personal, de
esfuerzo en equipo, de
una mística personal de auto superación, de dialogo interior, de cuidar del
paisaje.. No es. Sencillez, humildad, aventura y compromiso, versus el
disparate de campañas
de isópteros para
llegar a campamentos
base, donde esperan
una legion de sherpas
dispuestos a recibir su
pecunio crematístico, su
dinero por guiar
a altos ejecutivos,
famosos, gente sin escrupulos
que desean que
sus nombres aparezcan
como “en las
gloriosas grandes gestas de
vencer los ochomiles
del Himalaya “ Sherpas con
las rutas equipadas
y abundancia de botellas
de oxígeno, para escalar
o subir a
montañas que hace más de
medio siglo ya
fueron ascendidas en
estilo alpino. No es que
sea “Otro alpinismo” ,como a veces
se ha dicho. Simplemente es …otro
deporte. Nosotros nos
formamos en “otra
cosa “ , en un
montañismo primitivo , con
materiales casi prehistóricos, pero vivimos otro
montañismo más de “espiritualidad ascética” donde , como diría
Napoleón, “No
hay mayor hazaña
que la de
vencerse a uno
mismo “
Afortunadamente los
montañeros también tienen su
premio. Para todos nosotros
el “premio anónimo” , el
haber hecho cumbre,
y a lo
mejor el que
tu nombre “ depositado “ en los
buzones que las
federaciones instalan geográfica y equitativamente distribuidos
por muchos picos
y cumbres, salga algún día en
alguna de las
revistas especializadas montañeras
como “hitos alcanzados “.
Los otros , los
oficiales, los adjudicados ,
con mas o
menos justicia, pero
esenciales, los que
dan las revistas
especializadas montañeras del
mundo y los
organismos y federaciones
o consejos montañeros
y alpinistas del
mundo. Son por así
decirlo como los “Oscar de oro
” del montañismo “Piolets
de oro “, máxima distinción del
montañismo.
Y se
los concedieron a ambos.
Y muchos
nos alegramos porque
era de justicia. En una
sencilla pero bonita
gala el verano de 2019 en
Ladek una ciudad
polaca de mucha tradición
montañera . Se emocionó
el presentador de
la gala, también montañero,
al mencionar las
escaladas por las
que habían sido
premiados. La del Lunag Ri, una
montaña de casi siete
mil metros en Nepal, y
la del Luphgar Ser,
de siete mil ciento
cincuenta y siete
metros de altura, en
el más profundo
Pakistán. Ambas escaladas en
la más pura mística montañera. En
solitario. Como decía el
joven presentador montañero
de aquella gala
montañera_<< Lo peor de
la muerte no
es que haya
borrado de un golpe
con lo que
estos dos jóvenes
montañeros ya representaban, sino con
todo lo que podían
haber
conseguido para la
historia del montañismo
del mundo >> Es
ese montañismo que
todos admiramos y
ahora con la
edad añoramos. El mismo
que representa los
valores montañeros, el
polaco Krzysztpf Wijelicki que
recibió en 2018
el premio Princesa
de Asturias, y ha
recogido el verano
pasado el Piolet
de oro, por
toda su t rayectoria .
Cuando cada
verano, terminaban nuestros
campamentos – escuela de montañismo,
de scouts, acampadas y
jornadas de escuela
de valores, a
varios maestros, educadores, montañeros,
sacerdotes, padres… se nos ocurrió
conceder algún distintivo que
premiara aquellos días
de … vivencias emocionales
bajo la tienda de
campaña, bajo el cielo
estrellado y al
calor de la fogata
nocturna que te
hacia perder la
timidez y valorar la
convivencia a “cielo abierto y corazón
abierto” la grandeza
de la noche
en el campo, en
la montaña, y sobre
todo valorar y premiar aquel espíritu
de mística montañera,
de sacrificio por
los demás, de ayudar
en las marchas,
de cantar (“la vida
pirata se vive
mejor” ) de superar los
estados emocionales de
cansancio o aburrimiento. Aún recuerdo uno
de aquellos años, hacia
1997 o 1998 en
el Santuario de Bastanit,el mejor
escenario en un
santuario romanico de
la edad media, en
pleno PRE PIRINEO, en
la sierra del Cadi,
la ilusión que
hizo la entrega
de uno de
estos pins , pinchado en
su camisa montañera, a
uno d e nuestros buenos
muchachos escaladores, que
lucia orgulloso aquel
distintivo de “piolet
de oro” o los “crampones de
plata “, o el “baston o
bordon de honor “ , “Scout estrella” “Insignia de
madera” … distintivos que querían premir
una escuela de
esfuerzo, una escuela
de valores y
sanos aprendizajes.
Buenos
aprendizajes para estos días en
nuestra lucha personal contra “los
malos corona-virus “ que nos
asedian, buen momento
para “coronar “ nuestras dudas, y
nuestra enorme soledad
ante el relato
personal que cada uno tiene
que elaborar de
su recorrido ascendente
por la historia. Es
la historia del
mundo y es
tu aportación como
granito de arena, como
gota en el océano, a
esa enorme historia, a
ese enorme relato,
que es LA
VIDA.
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