UN JESUITA
EN LAS MONTAÑAS
DE MARRUECOS:
ANTONIO PASCUAL MARTIN SJ
(1921- 2006)
Me
llegaban esta mañana
noticias relacionadas con
nuestro querido Marruecos.
La primera a través
de la radio
del posible viaje
de buena voluntad
del Papa Francisco
a Marruecos para la primavera
del año 2019 . La
segunda en forma
de libro que me
regalaron.En la portada
la foto en
el centro de
las montañas nevadas
de la cadena montañosa del sur
marroquí el
rostro familiar de Antonio. Si; un
pequeño libro editado como
homenaje a un
jesuita Andaluz, Antonio
Pascual Martin.
Me
vino a la
mente enseguida, el verano
de 1989 casi
treinta años atrás,
cuando recién destinado
y llegado al
colegio de S. Estanislao
de Kostka en
el Palo en Málaga
,procedente de Sevilla,
conocí a un
jesuita muy especial: el
P. Antonio Pascual
Martin. Hasta el verano
anterior de 1988
en ese mismo
colegio malagueño, situado
en la orilla
de la bonita
playa de El
Palo malagueño, había
dirigido el Gabinete
psicotécnico. Hombre activo, con
su eterna sonrisa y
su fumar en
cachimba, en una
imagen que transmitía
paz y serenidad. Hablamos de
Marruecos, de su cultura,
de sus gentes, de
sus montañas, de los bereberes, de Ketama, sus nieves.
Me contó que hacía dos veranos,
ante la
ya cercana jubilación
en la enseñanza
había hecho una
opción por la
que en aquel momento se
sentía enormemente satisfecho
y feliz.Era su
sueño desde su
juventud.
Tras
el verano de 1988 había
decidido la opción
de irse a
vivir y conocer
la cultura y
el mundo musulmán, con
los pobres y
entre los pobres y en concreto
entre el mundo rural musulmán , precisamente lo
que había soñado
siempre, desde el momento
de hacerse jesuita. Los
caprichos del destino
hicieron el resto, hicieron que
Antonio se pusiera
a disposición de la
región jesuita del
Magreb (Marruecos y Argelia en
donde los jesuitas
empezaban una tímida
presencia de ayuda
en zonas agrícolas).El
arzobispo de Rabat, Mons.
Hubert
MIchon después de consultar con el P.
George Carlioz, superior de
los jesuitas en aquello
entonces en
la región del
Magreb, , el cual
propone a Antonio diversos
sitios en los
que tiene urgencia
de enviar un sacerdote para atender
a algunas comunidades
de religiosos y
religiosas presentes en el Sur.
Antonio contesta que
si el Arzobispo tiene
algún lugar al
que nadie quiera
ir, él se ofrece
voluntario para ese
sitio. De este modo,
al final ve
como su deseo de
toda la vida
va a realizarse. Después de un
año colaborando en la Iglesia de Fez y estudiando francés, en el
verano de 1989 llego a
Midelt, en el
sur de Marruecos. Y fue
en ese momento privilegiado cuando
le conocí. Sabía que
yo había nacido
en Marruecos: Me convenció en
los veranos siguientes
a su paso
estival por Málaga e
incluso me invitó a
venir y conocer Midelt y
colaborar con el
párroco de Tetuán ,el
anciano franciscano Antonio Seoane , gran
amigo suyo, y
conocido por mi
familia desde mi
infancia en aquella
ciudad tetuaní.
Colaboré
finalmente en épocas concretas , echándole una
mano pastoral en
alguna colaboración concreta. Lo
hice en los
periodos de las cuaresmas
y semanas santas
de 1993 y
1994. Aproveché también en
ratos libres para
terminar unos trabajos
de investigación en
la hemeroteca y
biblioteca española en Tetuán.
Antonio Pascual
continuó apasionadamente su
labor de servicio
con los más
pobres en Marruecos hasta el
punto de ser
conocido en aquel contexto
como “Padre de los pobres “:
“ Midelt está
situada entre el
Medio y Alto Atlas
a una altura de
1.488 metros, en
la carretera hacia
el sur de Marruecos,
a las faldas
del Ayachi (3.373 metros) En estas
alturas , unas
veces nevadas, engalanadas
de nubes, o
rociando el agua
en caprichosas cascadas,
y otras veces
azotadas por fuertes
huracanes o en
apacible calma, se encuentra
a Dios muy
cercano en toda
la naturaleza, pero
sobre todo en
los seres humanos
que pueblan estas
alturas, la mayoría
de ellos pobres
o enfermos bereberes,
pero trabajadores ya alegres.
(…)algunos días duermo en la montaña
en la jaima- dispensario, y
a las cinco
y media de
la mañana te
despiertan los cabritillos
que se deslizan
como por un
tobogán por encima
de la tienda. En
cuatro ocasiones, desde enero de
este año, he acompañado a
un enfermero marroquí
y a la
religiosa enfermera por
la montaña, en
la vacunación de diversos
enclaves montañeses, donde
los nómadas o semi nómadas han
sido vacunados por
primera, segunda o tercera
vez en dichos
meses. Experiencia muy rica
por los valores
espirituales y humanos
que se descubren en dichas familias; en
medio de su pobreza,
solidaridad y generosidad
entre ellos “
Antonio
Pascual llegó a
convivir y ayudar
casi durante 20
años a los pobres
en Midelt poco
antes de morir
en 2006 escribía en
la navidad de
2001 “ “Y el
verbo se hizo
carne y planto
su jaima entre
nosotros, de jn 1, 14 En
1944 tuve un sueño<< palomas en
torre de iglesia
y tordos en
el minarete de una
mezquita >> que llegaban
poco a poco a volar
juntos, comer juntos
y visitarse en las
dos torres!!Sueños de
joven ¡¡ En Midelt, y a
mis ochenta años
largos, me encuentro
muy feliz conviviendo
con personas bereberes
y árabes marroquíes, nómadas o semi
nómadas , de la
ciudad o campesinos,
sacerdotes , religiosos y religiosas. La Eucaristía la
celebro cada mañana con
las Hermanas de
Midelt “
Así
resume su gran
labor Laid Naciri, vecino de
Midelt sastre en la
pequeña población y
gran colaborador de
Antonio en la
fundación de la Asociación AMAD en
Midelt (Asociacion marroquí de
amigos para el Desarrollo ) : “ Al comienzo
de 1995 me anunció
que tenía necesidad
absoluta de crear
una asociación para
ayudar a los
pobres. Empezó a ser
muy conocido, no
podía ir a
cualquier lugar, sin
que la gente
lo interpelara << ah,
Antonio, Antonio >> En el hospital
lo conocían los médicos y
enfermeros. Acarreaba a los enfermos
de Tatiuin , y de
Taakit. Hablaba con todo
el mundo. Su servicial dad y
su bondad hacían
que todo el
mundo lo quisiera. Me
pidió que me pusiera
en contacto con
el ayuntamiento de Midelt
para saber los
requisitos para la
creación de una asociación de ayuda
a los pobres. .Luego buscó
personas abnegadas para
hacer funcionar la
Asociacion. Por suerte ,
estaba en relación con
mucha gente y
ayudado por las
monjas de Kasbah
Meryem , con quienes
se veía diariamente hicieron una
larga lista de nombres , donde
figuraban médicos,
enfermeros, funcionarios de
correos. Y fue explicando a
estas personas la
idea de la Asociación.
La asociación fue
adelante, cada dia creciendo
mas con la
ayuda de muchas personas. El
alma era Antonio. Pero también
al principio las hermanas
religiosas de Midelt
jugaron un papel
decisivo. Nos visitaban
y nos regalaban
materiales que ellas
tenían desde la
fundación de su convento
de Taakit hasta ahora,
ellas se preocuparon
por los pobres. La
asociación recibió el
sobrenombre de “Tajamiite n´iroumine “ (asociación de los
cristianos) porque habíamos trabajado con
la Iglesia, los
monjes, las religiosas, > Manos unidas,
Misereor ong alemana … y mas
tarde otros grupos de
la zona y
la población.”
.Pronto se
ejecutaron cientos de
obras asistenciales y
sociales, de ayuda a
enfermedades, situaciones en
precario y fue
aceptada por la
población del lugar
y reconocida como
de gran utilidad
para los problemas de
los más pobres. Y
Antonio Pascual Martin, jesuita andaluz pudo
desarrollar una inmensa
labor entre los mas
desfavorecicos con total alegría
y generosidad. Por ello
mereció entre los
habitantes de la
montaña , el ssobrenombre
de “Padre de
los pobres “.
Termino con
el célebre poema
de Ibn Arabi, tal como
hiciera el jesuita
Francis GOUIN como homenaje
a Antonio Pascual Martin
S. J.
“Mi corazón
se ha hecho
capaz
De acoger
toda forma de
culto
¡Es pasto
para las gacelas
Y abadia
para los monjes
¡
Templo para
los ídolos
Y ka´ba
para quien lo
visita.
¡tablas de
la torá
Y hojas
del coran ¡
La religión
que profeso
Es la
del amor
Por donde
quiera
Que trasieguen
sus caballos
¡el amor
es mi religión
y mi fe ¡