LA SOLEDAD QUE
ACABA ENRIQUECIENDO NUESTRO INTERIOR
Son muchos los
grandes autores de la literatura
tales como Gonzalo de Berceo y
Jorge Manrique los
que llegaron a
describir la vida
como un eterno
caminar hacia el mar
del olvido, y
nos describen como
romeros que camino
andamos, una concepción
abrazada por quienes
se han dejado
llevar por la
influencia de ambos maestros
de las letras.
En su
libro “León el
africano “ el autor
pone en la
voz del protagonista la
siguiente frase : ·<< Me llaman
hoy el Africano,
pero ni de África ni de
Europa, ni de Arabia…
pero no procedo de
ningún país, de ninguna
ciudad, de ninguna tribu. Soy
hijo del camino, caravana es
mi patria y
mi vida la más inesperada
travesía >>· Es un reconocimiento profundo
a un desapego
de lo material y una opción
hacia
el viajar hacia
el interior de uno
mismo desde el
desapego a lo
meramente material.
No hace mucho
tiempo que también la
cantante de raíces yemeníes Noa
afirmaba “La vida
es un jardín de
senderos. Eliges uno y
tiras hacia adelante >> Mas
en línea con lo que
el filósofo describiría <<somos
lo que elegimos >> Es ese describir
la vida como un
eterno caminar hacia
el mar del
olvido , como romeros
que camino andamos…
Sin
embargo ese viaje , donde
elegimos la forma
de hacerlo, se vislumbra
que lo
podemos hacer solos
o en compañía
de otros. En una
sociedad que anda
tan deprisa, que es
ciega ante el
otro e individualista , viajamos
más solos que
en compañía, aunque
estar acompañado no
siempre significa no
estar solo .
Hay
dos grandes facetas
de la soledad:
estar solos y
sentirse solos. Hay personas
acompañadas que se sienten solas
y personas solas
que se sienten acompañadas. Lo
que prevalece siempre
es el sentimiento
que tenemos. Y
ello va a
tener una consecuencia. Mientras que
muchas veces la
presencia física de otras personas
no es posible, sí
que podemos sentirnos
acompañados, sobre todo
, como diría Sagardoy,
si tenemos conversaciones y
contacto con otras
personas.
Hay
soledades fecundas y
soledades estériles. Porque a
veces se presenta con
diferentes aspectos. La soledad elegida,
necesaria e imprescindible para llegar
a alcanzar el
objetivo deseado y
la soledad impuesta
sin que nadie
la llamara. La soledad
expresada por el
poeta , como poesía convertida
en grito de libertad, o
creada en la
soledad de una
celda.
Al
igual que la
soledad monacal. Hay un
silencio productivo que nos
ayuda a no
enloquecer. Lo encontramos
en nuestro desierto
de soledad en los
manantiales más profundos
de la soledad
que llevamos por dentro
y que se
convierten en autentica
espiritualidad enriquecedora que
nos habla del
sentido de nuestra
misión o paso
existencial por la
vida. La soledad
de los solos
del mundo. Un arma
formidable contra la
soledad es la
literatura.
La
lectura , alimentarnos, oír la
radio, ver la televisión,
y sobre todo
hablar con la familia
y los amigos, son
formas de enriquecer
nuestro interior porque
toda esa dedicación nos
acerca al relato de
otras personas, que
nos hacen pensar,
nos hace conocer
sucesos de mayor
o menor interés sobre
todo porque al final la
lectura nos da
entrada a otros
mundos , a otros caracteres, otros sentimientos.
Muchas veces se
ha dicho con buen criterio, que “un libro
es un gran amigo “ A lo
largo de nuestra vida
cuanto hemos disfrutado
o sufrido o reído con
personajes de la
novela que a
veces se nos han metido
dentro . Los libros nos
salvan. Los libros se
encarnan. Las palabras se
entretejen con nuestro
cerebro y nuestras
vísceras, nuestros gestos
y nuestros sentimientos.
Nos cambian los
libros. Los libros
y las ideas
pueden ser peligrosos,
pueden enfermarnos o
enloquecernos , y pueden
proporcionar formas de
salvación, una vía
de escape del
dolor Leer viene a
ser un gran antídoto contra
la soledad.
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