CADA CUAL SE
AFERRA A LO
QUE PUEDE
En cierta
ocasión , un
hombre caminaba paseando
por un camino
de alta montaña, en
medio de riachuelos y profundos
barrancos. Le seguía
a unos treinta
pasos atrás, un
anciano, que también
paseaba disfrutando del
paisaje y de
la reciente y
cuantiosa lluvia que había caído
durante toda la
semana anterior. El paisaje
estaba verde y
precioso, pero todo
andaba húmedo y
fangoso.
De repente,
el hombre que caminaba delante
sintió que un
trozo del camino
por el que
caminaba paseando se
hundía bajo sus
pies, a causa de
las recientes fuertes
lluvias. En medio del
terror que sintió
profundamente en su
interior, mientras se
deslizaba desprotegido y caía a
un profundo barranco,
tuvo tiempo de
agarrarse , en medio de
su sentimiento de
miedo y terror,
a una rama
fuerte, que sobresalía en
medio del barranco
y que aguantó
su peso. Y gritó
fuertemente para que
alguien le escuchara y
socorriese ayudándole a
subir a lo
que quedaba del
camino firme
El hombre
anciano que le
seguía detrás, se
asomó al barranco
temeroso de que
el caminante que
le precedía se
hubiese matado. Al
verlo agarrado a
la rama, dijo
con alegría:
-
Hombre,
que bien. Gracias
a Dios se
ha salvado usted
de una muerte
segura.
El caminante , agarrado a
la rama con
las dos manos,
le miró con
una profunda mirada
de odio e
indignación y le
contestó:
-
¿Gracias
a Dios? ¿Gracias a
Dios? Más bien
dirá usted gracias
a esta rama…
que las intenciones
de Dios estaban muy
claras.
Y ES QUE
A VECES CADA
UNO EN LA
VIDA, CUANDO AFRONTAMOS
ALGUN PELIGRO INMINENTE
O NO LE
VEMOS SENTIDO A
LA VIDA NOS
AFERRAMOS A LO
PRIMERO QUE VEMOS
SEGURO… unas veces
la droga, otras
veces las personas, otras
veces la oración
o Dios.
http://antoniomarincara.blogspot.com.es/
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