TORMENTAS,TEMPESTADES
Y HURACANES
(
ODISEAS DE NUESTRO
VIAJE DIARIO DE
CADA DIA EN LA VIDA )
Viajero de
la vida, caminante
de la historia << cuando emprendas
tu viaje a Ítaca … pide
que el camino
sea largo, lleno de aventuras,
lleno de experiencias “
Una noche bañada
por una inmensa
luna como la
que veíamos no
hace mucho, un
marinero naufragado proclamó
entre lagrimas ser
Odiseo, el guerrero que había naufragado
mientras navegaba de
regreso a Ítaca. Se
lo relataba a
los hospitalarios feacios acordándose de su tenebroso
viaje por un
mar habitado por
ciclopes , caníbales y
sirenas.
A través del
relato de su regreso,
Odiseo desplegará ante
los griegos no
solo un fascinante
relato de aventuras, sino también un modelo ético de
actuación en ese
nuevo universo. Tras su
salida de Troya, Odiseo y
sus hombres llegan
a golpe de
tormentas y trágicos acontecimientos al país
de
un extraño pueblo , adictos a una sustancia
embriagadora que viven
sin norte. A el
que busca su
norte por donde
regresar a Ítaca,
su nostálgica patria,
y el tiempo de
la belleza de
su infancia y
juventud, le horroriza
que lo contagien
de ese embriagador
“olvidar el pasado”
y se olvide
de regresar, el
primer temor del marino. Tras
huir del país de
los adictos, alcanzan
las costas menos
civilizadas concebibles para
un bondadoso griego: la
tierra de los
ciclopes. Caníbales de un
solo ojo que desconocen que
la hospitalidad es un
deber sagrado que
marca la vida. Por
ello se dirige
al ciclope Polifemo rogándole hospitalidad,
a lo que
Polifemo le responde
comiéndose a dos
de sus marineros.
Polifemo ha pervertido
la ley de la
hospitalidad, pues para
el allí donde
te piden de comer
hay que responder
generosamente. Polifemo no
solo se ha
negado sino que se
ha comido y
ha humillado la
dignidad de estos
marineros. Se come a
sus huéspedes. El final de
la historia es
bien sabido: Ulises y sus
compañeros emborrachan y ciegan a
Polifemo y dejan atrás tras
innumerables aventuras como el
hechizo de las sirenas
y los monstruos
marinos ese lamentable
tipo de cantos de
sirena, cuya voz
es un peligro
para los que
se dejan seducir
por ellas olvidando
hasta el afán de
regresar a Ítaca,
o los monstruos,
que no merecen
habitar éticamente hablando aquellas páginas
de la historia.
humana. Odiseo mediante el
icono de atarse al mástil y
poner cera en
los oídos de
sus marinos consigue
escuchar la valiosa
información que aquellas
seductoras sirenas
le ofrecen para
poder regresar. Nuevamente Calipso
el dios de
la eternidad le
ofrecerá la inmortalidad
si permanece junto
a él olvidándose de
su ansiado regreso. Y
junto a él ,
lloró muchos atardeceres
ante el mar nostálgico
(“ sentado en la
orilla, consumía su vida
añorando el regreso
y desgarrando su ánimo
con llantos y
pesares”) Nos representa
a todos nosotros
en busca de “
aquel tiempo perdido
de nuestra infancia
o juventud del
que nos hablaba
recientemente Proust “ Eolo , dios
del viento le
lleva superando otros
hechizos y maldiciones
a vientos más
favorables en su
historia de navegar. Con
su llegada a Ítaca , solo
sin equipaje como
un extranjero sin
nombre y con
la reconquista de
su ansiado reino
, lo añora
ahora su esposa
Penélope y pide
a los dioses
que tras tanto
tiempo ( “no
te bañaras dos
veces en las
aguas del mismo
rio” de Heráclito)
pide que le
reconozca y sea
la misma de
antes, y a
él le reconozca
por sus “ olores” de mar y de
bondad . Y esto
ocurre cuando nuestro
héroe le da señas a Penélope
de conocer un
intimo secreto: solo él puede s saber
que el lecho
nupcial está construido a
partir de un esbelto
tronco de olivo que
lo mantiene anclado
a la tierra,
al tiempo real. Solo cuando Penélope y Odiseo
se abrazan, con
el abandono del
remo por el
olivo, el héroe de
un mundo en
continuo devenir, en
continuo movimiento sabe
que ha llegado
ya por fin a
su ansiado destino. Gracias
a su viaje ,
los griegos aprendieron a
negociar , a ser
un pueblo de
paz, comerciantes, habilidosos
negociadores , y a
buscar su lugar
en aquel Mediterráneo
y a encajar
la imagen de
aquel nuevo universo
que surgía de
entre las aguas
de la historia
en el viejo
mundo que recibieron
de sus antecesores. :
Como diría
Constantin P.
Kavafis en su
poema Ítaca “ASI SABIO
COMO TE HAS VUELTO,
CON TANTA EXPERIENCIA, ENTENDERAS
NAVEGANTE YA QUE SIGNIFICAN LAS
ITACAS “
http://antoniomarincara.blogspot.com.es/
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