LA VIDA
ES BELLA: MI VENTANA
TAMBIEN…
Desde que hace
ya muchos años
vi aquella película
de : La Vida
es bella “ me
impresiona el papel
enorme de aquel
padre que por
hacer que su
hijo no sufra
se inventa un
juego imaginativo en la
crueldad de todo
un campo de concentración de
trabajos forzados nazi
en donde todos
están condenados a
morir y todo
ello para que
su hijo no
sufra o no
descubra tan pequeño
la crueldad de
la vida. Al final
sobrevive aquel niño.
Tantas veces me
ha venido a
la mente que
en muchas ocasiones
la realidad que
cae sobre nuestra
vida cotidiana es
dura y a
veces muy dura. Y
me trae al
recuerdo aquellos momentos
de nuestra juventud
en que salimos
de nuestra casa
familiar, bien a
un internado, bien
a un colegio
mayor, bien en
una convivencia… como
aquel deseo de
“hacernos con una
habitación con vistas
al mar “ O
a un buen
espacio abierto, soleada que
es un decir, o
sea que donde
vamos a pasar
unos días, unos
meses, unos años,
tenga una buena
ventana, con unas buenas
vistas que nos
alegren la vida
y nos hagan
más “light” o
llevadera nuestra “ lucha con
las dificultades. Y
todos en aquella
adjudicación de habitaciones
temiamos una ventana
a ….un patio
interior, triste, sin vida. “
La verdad es que una
buena ventana con vistas
al horizonte abierto …
buena ayuda es.
Pero otras ocasiones
… quizás es la
grandeza del que
contempla el que
“hace maravilloso el
paisaje “ . Recordaba estos días
los relatos en
la oscura celda
de su prisión
de Nelson Mandela
pues para él “ veía
desde allí a
los componentes de
su tribu, a
sus familiares queridos
y oía desde
allí los bonitos
relatos familiares” que
le hicieron más
agradable sus más
de 30 años
en prisión. También el
relato durante más
de un año secuestrado
de Emiliano Revilla , el industrial "enterrado en vida " por la
organización terrorista de Eta
que desde su
zulo se hacía imaginarios recorridos preciosos por
la grandeza de
aquellos bosques de
su pueblo de Segovia,
saludando a las
personas o campesinos
que se tropezaban
imaginariamente con él
o escuchando los
grillos o los
pájaros en los
anocheceres o amaneceres
de aquel lóbrego
y estrecho zulo. Así
con aquella fuerza
de su imaginación
y la oración
logró sobrevivir a
una situación especialmente
preparada para que
muriera .Y me viene
a la mente
aquel relato de
los dos hombres
en la habitación,
triste habitación de un hospital :
Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un
hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una
hora, para ayudarle a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la
única ventana de la habitación. El otro hombre tenía que estar todo el tiempo
boca arriba. Los dos charlaban durante horas.
Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su
estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones. Y cada
tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el
tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su
mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades, colores del mundo
exterior.
La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes
jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes
enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco
iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una
bella vista de la línea de la ciudad. El hombre de la ventana describía todo
esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los
ojos e imaginaba la idílica escena.
Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que
estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con
los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre de la ventana con
sus mágicas palabras.
Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entró con el
agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana,
que había muerto plácidamente mientras dormía. Se llenó de pesar y llamó a los
ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo. Tan pronto como lo consideró
apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana.
La enfermera le cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió
de la habitación.
Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para
lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo
el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la
cama... y se encontró con una pared blanca.
El hombre preguntó a la enfermera que podría haber motivado a su
compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana.
La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la
pared, y le indico:
"Quizás sólo quería animarle a usted"
Epilogo: Es una tremenda felicidad el hacer felices a los demás, sea
cual sea la propia situación. El dolor compartido es la mitad de pena, pero la
felicidad, cuando se comparte, es doble. Si quiere sentirse rico, solo cuente
todas las cosas que tiene y que el dinero no puede comprar.
"Hoy es un regalo, por eso se le llama el presente"
El origen de esta carta es desconocido, pero trae buena suerte a todo
el que la transmite.Porque no hay
nada tan hermoso
como transmitir esperanza
y ventanas luminosas
allí donde a
veces reina una
dura oscuridad.