El pescador satisfecho
Este
verano en mis días
asturianos de reflexión
por
las playas de
Celorio, paseando por entre aquellas finas arenas y la inmensidad de las rocas que limitaban en la marea baja, me detuve unos momentos
cuando vi a un paciente pescador apasionadamente en su labor silenciosa de echar los aparejos, me puse a meditar aquella bonita parábola del jesuita hindu Toni de Mello que acaba llevándonos a una lógica aplastante del por qué a veces luchamos inútilmente en nuestras vidas . Mas o menos era asi.
“El rico
industrial de un país del Norte se horrorizó
cuando vio a un pescador del sur
tranquilamente recostado contra su barca y fumando en pipa
-¿Por
qué no has salido a pescar ? -le
preguntó el industrial
- Porque
ya he pescado bastante por hoy-
respondió el pescador
-¿Y por
que no pescas mas de lo que necesitas ¿ -insistió el industrial.
- ¿Y
que iba
a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador.
- Hombre
pues…ganarías más dinero. De ese
modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas mas profundas y pescar más peces.
Así ganarías lo suficiente luego para comparte unas redes
de naílon , con las que obtendrías más
peces y por tanto más dinero.
Pronto ganarías, para tener dos barcas…y hasta
una verdadera flota. Entonces serias ríco , como yo.
- ¿Y
qué haría entonces?- pregunto sonriendo
de nuevo el pescador
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida- respondió
el industrial.
-
¿Y qué crees que estoy haciendo en este
preciso momento? – respondió el
satisfecho pescador “
(Anthony de Mello
S. J. El canto del pájaro)
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