domingo, 16 de septiembre de 2018


El pescador satisfecho

Este  verano  en  mis  días  asturianos  de  reflexión  por  las  playas  de  Celorio, paseando  por  entre  aquellas  finas  arenas  y  la  inmensidad  de  las  rocas  que  limitaban  en  la  marea  baja,  me  detuve  unos  momentos 



 cuando  vi  a  un  paciente  pescador  apasionadamente  en  su  labor  silenciosa  de  echar  los  aparejos,  me  puse  a  meditar  aquella  bonita  parábola  del  jesuita  hindu  Toni  de  Mello  que  acaba  llevándonos  a  una  lógica  aplastante  del  por  qué  a  veces  luchamos  inútilmente  en  nuestras  vidas  . Mas  o  menos  era  asi.
      “El rico industrial de un país del Norte se horrorizó  cuando vio a un pescador del sur  tranquilamente recostado contra su barca y  fumando en pipa
        -¿Por qué  no has salido a pescar ? -le preguntó el industrial
        -  Porque  ya  he pescado bastante por hoy- respondió el pescador
        -¿Y por que  no pescas mas de lo que  necesitas ¿ -insistió el industrial.
        - ¿Y que  iba  a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador.
        -   Hombre  pues…ganarías más dinero. De ese  modo podrías  poner un  motor a tu barca. Entonces podrías ir a  aguas mas profundas y pescar más peces. Así  ganarías  lo suficiente luego para comparte unas redes de naílon , con las que  obtendrías más peces y  por tanto más dinero. Pronto  ganarías, para  tener dos barcas…y  hasta  una verdadera flota. Entonces serias ríco , como yo.
        - ¿Y qué  haría entonces?- pregunto sonriendo de  nuevo el pescador
         -   Podrías sentarte y  disfrutar de la vida-  respondió  el industrial.
          - ¿Y  qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? – respondió  el satisfecho pescador “
                                 (Anthony  de Mello  S. J. El canto del pájaro)






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