LA ESCUCHA
EMPATICA: RESPETAR Y SABER
ESCUCHAR
Hablamos atropelladamente y
casi nunca escuchamos
lo suficiente. Las culturas
asiáticas tienden a neutralizar
las emociones: no se
muestra ni lo
que se piensa
ni lo que
se siente, el
comportamiento es frio
y controlado, guardando
las distancias. Allí lo
normal es escuchar más
que hablar.
Sin embargo, culturas
como la nuestra,
exteriorizamos mucho más
las emociones, hablamos
muy alto, y
se muestra verbal y físicamente
lo
que se piensa
y lo que se
siente a través de
un comportamiento vivo, próximo, empático, espontaneo, tocando
a su
interlocutor cuando por ejemplo en Japón se
guarda mucho la
distancia y acercarse
excesivamente a un
rostro que no
se un familiar, se
considera una falta
de respeto. Aquí lo
normal es hablar más
que escuchar. En nuestra
cultura tenemos la
costumbre de afirmar :”Lo que
a mí no
me gusta eso no
debe ser “ . Hay muy
poca capacidad de
debate, de respeto a los
que no piensan
igual que nosotros.
No escuchamos, pero exigimos
que nos escuchen.
Hay quien entiende
esto como una oportunidad
para confrontarse ,
el entablar una discusión
con
el otro. Tenemos la
firme c creencia que son los demás
los
que s e equivocan, que
nuestras razones son únicas.
Lo del anuncio
de seguridad de urgencia
aquel por la
radio alemana : “Atención, atención, se
avisa que un
loco suicida conduce
en dirección contraria
por la autopista
R 23 “ . Y
el oyente de
la radio , manifiesta solo en
el interior del
coche su indignación:
“ Un loco suicida
que conduce en dirección
contraria… ¿uno? Pero …
si son
todos los que
van en dirección contraria “ O lo
que cuenta mi
hermana que le ocurría a
mi madre cuando
me veía desfilar
en el dia
de la jura
de bandera durante
la mili : << Mi hijo
es el único que
lleva el paso
bien, todos los demás
lo
llevan cambiado. >>
http://antoniomarincara.blogspot.com.es
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