CUANDO EL
DOLOR APRIETA…
En días pasados
coincidí con un
grupo de personas
de la Unidad
del dolor en
el Hospital de
Torrecardenas de Almería, personas
que habían tenido
accidentes de tráfico,
dolorosos percances en
su cuerpo, dolores
insoportables en los
huesos, dolorosas operaciones
quirúrgicas…
Comentaban entre sí , incluso
con cierto tono
de humor en
medio de sus
penas y dolores
tratados a veces con opiáceos, como preguntándole
alguno
de ellos a algún
médico
especialista sobre si había
salido
al mercado farmacéutico algún producto
que les aliviase
de sus insoportables
dolores … este le había
comentado que había
uno
infalible. PASAR HAMBRE. Se reían…
ayuno, comer menos.
Pero en el
fondo el “ truco “
consistía en engañar
al cerebro. Cuando tenemos
algún dolor insoportable,
ya sea de
huesos, migrañas, jaquecas, malestar… solo nos
puede “ distraer “ de
ese dolor….algo que
afecte más a
nuestra posible supervivencia. Cuando tenemos
un hambre de
muchas horas, cuando
notamos ese vacío
en el estómago… todas las demás
molestias, por lo
visto pasan a
ser secundarias. En la película
EL
NOVENO DIA, el
sacerdote que está
en el campo
de concentración olvida
todas sus humillaciones
y dolores… POR LA
SED, y esta obsesión de
una sed insoportable
que no puede
aguantar más le
lleva incluso a chupar
y absorber posibles gotas
de humedad en
un complejo industrial
abandonado cercano a
los campos de concentración
para
“saborear” alguna gota
de herrumbre , oxido y
humedad que le
hace tener la sensación
de
aplacar su sed. Y
solo así se
libra de las
innumerables humillaciones y
dolores del campo de
concentración nazi.
R.
Calle nos cuenta
aquella extraña pero bonita
parábola: “ un hombre
estaba paseando por el
campo y
de repente se
dio cuenta de
que un león lo seguía.
Empezó a
correr y, al llegar
a un precipicio,
comenzó a bajar por
la pared del
acantilado aprovechando una
larga liana. Cuando estaba a medio
camino, miró hacia
abajo y vio que
otro león lo estaba
esperando. Un león,
pues, arriba, y un león, pues
abajo. Y en ese
momento, de un agujero e n la roca,
salieron dos ratones y comenzaron
a roer la
liana. El hombre se percató de
que frente a él , brotaba de
la pared del
acantilado una ramita
en la que
destacaba una fresa
silvestre. Agarrado con una
mano a la
liana, con la otra cogió
la deliciosa fresa
y la introdujo
en su boca. ¡
Que sabor tan
dulce y agradable ¡
¡ Qué momento de plenitud
al saborear el dulce néctar
de
la flor ¡! ¡! Que deliciosos
momentos logró robarle
a la angustia
y al miedo ¡!
Dice R. Calle
que “ si no vives
lo que es, dejas
de vivir.SI TU
MENTE E STA EN EL
LEON DEL PASADO
O EN EL
LEON DEL FUTURO, TE PIERDES
CADA MOMENTO DE LA
VIDA, aunque
a veces el néctar
de
la fresa sea amargo
en lugar de
dulce. En lo que es
a cada momento, está
la vida que
fluye y e l aprendizaje
que no deja de
celebrarse si la
actitud es la adecuada.
Aquel grupo
en la UNIDAD
DEL DOLOR , del
hospital de Almería nos reímos un
buen rato… pero quizás todos
aprendimos aquel día
que cuando una
necesidad acuciante nos
da un zarpazo
hace que olvidemos
otras preocupaciones vitales
importantes pero que en ciertos
momentos pasan a ser secundarias.
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