EL AUGE
DE LA COMUNIDAD
ISRAELITA DE TETUAN
(S.XVIII Y XIX)
La comunidad
israelita de Tetuán. Después de
haber conocido varios
momentos florecientes a
partir del siglo X VI
entra en una
fase recesiva, casi de
postración , en el tercio final
del setecientos. . Tanto por el traslado a Tánger en
1770 de las
legaciones diplomáticas extranjeras,
como por la
captura por esta
localidad- con puerto mejor
dotado-, de una parte
considerable del tráfico marítimo tetuaní.
Las crisis económicas,
las epidemias y
la temporal destrucción del Mel
lah hicieron el resto. En
esa época fueron
numerosas las personas
que pasaron a establecerse
en Gibraltar, en oran y
en la capital
tangerina.
En los
cincuenta años siguientes,
la minoría israelita conoce un cierto
relanzamiento. Pero los
antiguos niveles no serán alcanzados.
La Judería de Tetuán continuará
siendo una de las más
importantes de marruecos.
Sus conexiones mercantiles
con reputados hombres
de negocios gibraltareños
y tangerinos, por
lo general de origen
tetuaní, imprimirá algún aliento
al comercio. Sabrá retener
también su prestigio
como centro de estudios rabínicos.
Pero en cierta
medida vivirá del
recuerdo de su pasado
esplendor, consciente de
que la “Kehilá” de Tánger la
sobrepasaba en riqueza,
ya que no
en habitantes.
Hacia 1828
el capitán G. Beauclerk,
acompañante de un médico militar
británico llamado a la
corte de Marrakech por
el sultán, halló
un Tetuán mercantilmente floreciente
gracias al activo
tráfico con Gibraltar
por los judíos locales,
sirviéndose de embarcaciones
genovesas. Otro viajero británico
Sir
Arthur Capell Brooke Bart amplia
esas observaciones y
describe con morosidad
el nuevo barrio
judío de calles trazadas a
cordel que, salvando
las debidas distancias, le
recordaban el Lisboa
pombalino. Pero no ocultará
el status discriminatorio que
gravitaba sobre los
hebreos en esta
y otras localidades
marroquíes. (Bart Stetches in
Spain and Morocco
pp. 214-223) Iniciada
la década de 1850
, el
censo judeo tetuaní se
cifraba a en unas 6.500
almas. El hacinamiento y
miseria de esta nutrida
colectividad judía comenzaba a
atraer la atención de
sus correligionarios de Europa
Ocupada Tetuán
por los españoles
en febrero de 1860, y
retenida la plaza
hasta mayo del 62,
como garantía de
la indemnización de guerra
que hubo de satisfacer
Marruecos, la ciudad
conoció en esos
dos años transformaciones espectaculares y
una prosperidad nunca oída. Contaba
entonces la ciudad
y su termino con unos
35.000 habitantes que de
una forma u
otra trabajaban febrilmente
para atender las
necesidades de una guarnición
de 10-000 hombres,
más otros 10-000 acuartelados en
las afueras y en
Ceuta. En cuanto al censo
judío, los datos
conocidos fluctúan entre
los 10.000 individuos,
cifra estimada por Hardman
(Vid. Frederik HARDMAN , The Spanish
Compaign in Marocco Edimburgh London 1860
pp. 224- 238) y los
4000 apuntados por
Monreal y Alermon. Debía
fluctuar alrededor de
7000 a juzgar
por los datos
convincentes razonados por
Ventosa, , basados en un
recuento de inmuebles. Seis
años después Hermann
Cohn director de
la escuela del “ ghetto “ habla de
7.500 judíos en la
aljama tetuaní, que
no duda en
reputar como “la más considerable
de todas las
del Imperio de Marruecos “
La a evacuación
de la
población civil musulmana
poco antes de
la entrada de O´Donnell
y su ejército en Tetuán, hizo de
ella bajo la ocupación
española
una ciudad predominantemente judía. . Dos
factores regresivos frenaban
el desarrollo demográfico de
la Judería local.
La muerte acumulativa
bajo los efectos
de las endemias
comarcanas y de las
epidemias, y en mayor
medida
la creciente emigración a
Argelia y Ultramar. El
doctor palma fue
un profesional benemérito que sirvió
en
alma y vida a
sus pacientes “ …consciente de
la necesidad de coordinar
todos los esfuerzos
en pro de una acción
medica
eficaz, sometió al
comité central de
la Alianza la
idea de crear
en Tetuán un activo
comité sanitario, responsable
de la labor
divulgadora, bajo la presidencia
del gran rabino Isaac Nahon, organismo surgido a
finales del mes de
junio de 1874 “ En cuanto
a Barrada, su actuación resultó
decisiva en la
lucha contra la
viruela. Eran retribuidos
conjuntamente por la “Alliance “ y
otras entidades filantrópicas judías de parís
y de
Londres, y por el
Estado español en función
de los
servicios prestados a sus nacionales
y protegidos.
El cólera introducida
por vía marítima desde Argelia,
y dominada con la
ayuda de varios médicos
militares españoles enviados desde Ceuta, después de
haber diezmado la Judería de Tetuán,
pasó a otros puntos
de Marruecos , favorecida por “la espantosa
miseria reinante en el país
“ (VILAR , la Judería de Tetuán
pp 45 y Sarah
Leibovici, La communauté
juive de Tetouan et
L´Espagne dans la
seconde moitie dua XIX s. )
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