“ TETUAN “ de Esther
Bendahan :memoria de sefarad y
toda una diáspora
Dice Esther
Bendahan “Uno es
del lugar donde
aprende a separar la
luz de la
oscuridad ;pero a veces uno debe
separar la luz
en muchos lugares “ . A
mi personalmente Bendaham
me suena al
apellido de alguna
compañera hebrea en
mi escuela llamada La
Esperanza de Tetuan. Son
tantos y tantos
apellidos los que
nos suenan de
aquella gran colonia
judía del Tetuan descendientes
de los judíos ( los
Benahim, los Hachuel , los Garzon, los Botbol, los
Benoliel et, etc, que
en 1492 llegaron
del reino de Granada, y
cuyas vivencias y
convivencias que vivi en mi
infancia, la de
los años 50
y 60 en
aquel esplendor tetuaní del
protectorado y pre – independencia y post independencia del
reino de Marruecos.
Cae en
mis manos este
libro llamado como
la ciudad donde
naci “ Tetuan “. Esta
editado por Confluencias. Almería 2018
y escrito por Esther
Bendaham. Para R.
Lafuente “Un libro luminoso
evocador, una memoria de
frontera, un viaje al pasado y
un recorrido lleno
de sensibilidad y melancolía”.
Aunque una melancolía
gozosa porque
Bendaham tiñe la melancolía
de
emoción, de una alegría contagiosa: “Uno viaja
en cada página
de este libro al Tetuán de
los sefardíes y
se instala con ellos en
sus costumbres, sus
tradiciones, sus miedos,
sus ilusiones, sus
anhelos y sus
recuerdos. Gozando de
la luz de Tetuán,
la paloma blanca,
la pequeña Ierusalen,
fuente de agua,
donde convivíamos árabes,
amaziguies ( bereberes ) sefardíes.
Allí llegaron, juntos,
los judíos expulsados
de España y los
musulmanes derrotados en Granada, a finales
del siglo XV. Tetuán, Tánger, Alcazarquivir, Larache,
fueron una autentica
geografía geo emocional, escenario privilegiado.
Y allí, en Tetuán vivió
la familia Bendahan hasta
su regreso definitivo a
España.
Y he ahí
“la zigzagueante historia
de la ciudad,
la biblioteca familiar,
la playa de
Rio Martin, la
casa de la
abuela Rachel, el extraño
naufragio del barco pises
(egoz) la conmovedora
historia de sol Hachuel (
un mito en
los recuerdos sefardíes )
la “jaquetia “ ( la lengua que
se hablaba en
el norte de
Marruecos, como a
la lengua de
los Balcanes se
le denomina ladino
judeo español, y
era la lengua
española mezclada con
el contacto y contagio
con hablar del lugar de
acogida y tradiciones
hebreas, el olor
de los platos
cocinados para los días
señalados, los
ropajes, el recordado Atleti
de Tetuán, que llegó
a estar dos
temporadas en la
primera división española, aquella de
nuestra infancia. Esther Bendahan
invita al lector
a vivir y
sentir un capítulo de
la historia de España
imprescindible.
Y además en
este libro nos
premian un con
glosario de expresiones y
refranes, que al
igual que “en
la perra vida
de Juanita Narboni “ la
vida de una
hebrea en aquel Tánger
decadente, nos informa
de la riqueza
de aquellas expresiones
propias del castellano
antiguo que los
hebreos expresaban en
su día a día tetuaní. Y
para postre… la
comida sefardí del
norte de África, como mosaico de
delicadezas y especias.
Un rito y
una fiesta. Tal como
yo también la viví en
casa de mis
amigos hebreos en
la judería tetuaní comidas
como khoser. Y un
vino israelí de aquellos
sabores que la
biblia , en su antiguo
testamento nos hablaban
de una tierra
que “manaba leche
y miel “ Autentico
caramelo este libro
de sabores, olores,
recreo de la
vista y los
sentidos por aquellos
callejones de la
mellah , la judería tetuaní,
que todos llegamos
a vivir aquellos
años 50 y
60 donde tuvimos
el privilegio de vivir
una “Tetuán “ inolvidable. Aquel Tetuan
de nuestras infancias
añorado que ya
solo existe en nuestro recuerdo,
en los libros
y en nuestra
imaginación ensoñadora que
engradece aquellos callejones
hasta hacerlos las
calles, las ventanas
y las puertas
de nuestra utópicas ensoñaciones.
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