EL SILENCIO
ES… UN LUJO QUE NO
ESTÁ AL ALCANCE
DE TODOS
No sé con quién comentaba
el otro día
que la posibilidad de
retirarme cada año unos
días para meditar
en silencio y en
oración, junto al
silencio de la
montaña o en
la cercanía de
la playa y
el mar , era
como cargar pilas
para el resto
del año. Recuerdo ahora
un gran amigo mío
, arquitecto, que en
la mayoría de
sus años profesionales, buscaba
tras la navidad,
hacer una pequeña
parada en su
camino profesional para
retirarse unos días
al monasterio de Silos, porque allí decía
le
inspiraba el silencio
para luego tener
fuerza de inspiración y
creatividad en su
exigente trabajo profesional.
En la
Polonia comunista se
contaba hace años
un chiste o anécdota
que
es muy gráfica
: el conductor de
un autobús al
cobrar a los
pasajeros les ordenaba
“avanzar hacia atrás “
¿Avanzar hacia atrás ?
Y quizás esto nos
plantea un dilema, es
el momento de
plantearnos en los
que nos consideramos
sociedades avanzadas si
no “hay que
avanzar hacia atrás “
.¿no tendremos que
buscar el punto
de retorno o
la encrucijada de
caminos donde hemos
cogido caminos o métodos
equivocados que
nos hacen avanzar
en determinadas cuestiones
de la economía,
la medicina o
la ciencia pero
que nos están llevando
moralmente a muchos
“bloqueos emocionales “ Hay, hubo y
habrá momentos en el
devenir, en el futuro de
las sociedades que se “ tendrá
que avanzar hacia atrás
“. El
uso y disfrute del
silencio es un
claro ejemplo de
ello.
Así
lo trataba hace algunos
años el sacerdote
Pablo D ´Ors en
su excelente Biografía del
silencio, . Otro gran libro
sobre este tema que
nos puede valer
para profundizar en
el silencio y la oración
es “Un ensayo sobre
el silencio “ de Giovanni Pozzi, el
cual decía en
su introducción : “Vivimos una época
en
la que el
silencio esta proscrito. El
mundo está oprimidos
por una pesada
capa de palabras, sonidos
y ruidos. Los babilonios
pensaban que los
dioses habían enviado
el diluvio a
la tierra porque estaban
hartos de parloteo de
los hombres “
.
Corbin sin embargo
llega a afirmar
sentenciosamente : “Habitamos
en el incesante
flujo de palabras que
se le impone
al individuo y a
este lo vuelve
temeroso del silencio “ . Es raro
el día que
en el autobús,
en la calle,
en distintas colas
institucionales nos encontramos
a jóvenes con
los auriculares puestos
o trasteando el móvil
porque
… no “soportan
el aburrimiento del
silencio “ . Se podría apuntar
aquí, que incluso ,
el silencio se considera antisocial.
Y en algunos
casos la gente
se pone algo “nerviosa” si
hay un silencio
prolongado o protocolario
en algunos actos
sociales.
Vengo de
leer el libro “HISTORIA DEL
SILENCIO “ DE Alain Corbin Alain Corbin,
autor francés escribió
en su día
un brillante tratado
sobre el silencio. En
su ensayo sobre
como mediante el
estudio del silencio, el
lector va descubriendo
un hecho que
le resultará siempre
paradójico en nuestras sociedades
modernas donde cabe
preguntarse por un
mito que se
desmorona sin remisión El
silencio es algo
que se aprende
y se distingue. Históricamente se
perdieron los silenciarios,
lugares que velaban
por el silencio. Ya
en el siglo
XIX “saber callar,
saber guardar silencio , frente a
los ruidosos escándalos,
la algarabía de la
calle en la
que se recrea
a veces la
masa ruidosa bajo
los efectos del
alcohol o el
ritmo desorbitado de
la música escandalosa. El ruido
en el que
se complace el
pueblo, forma parte
de esa cultura
que no nos
ayuda un solo ápice a
profundizar en la reflexión
del
paso silencioso del tiempo
y de la
vida .
Corbin recorre con
sabiduría y tensión un
viaje hacia los
silencios de la
naturaleza. Max Picar
afirma “Todas las
cosas de la
naturaleza están llenas
de silencio: están ahí como depósitos repletos
de silencio “ Desde las
ruinas de Esparta, desde
el paisaje del desierto, o
el silencio de las montañas nevadas,
del mar ,
nadie como Conrad
lo ha descrito
o el silencio del
bosque (Camus) o
el silencio extraño
de las ciudades
(Baudelaire ) o el
del campo Gracq
Como
en la interpretación musical,
los silencios también cuentan. La “ música
callada “ de San
Juan de la Cruz,
el “ castillo interior “ de
Santa Teresa son también prosa
y versos que
nos invitan a
profundizar armoniosamente con el silencio
de la naturaleza,
el ·”canto del pájaro
“ o
la “música de
las olas del
mar “ , en aquella
composición de “ carros de
fuego “ y a
entrar en una reflexión
del
paso silencioso del
tiempo, en oración
de armonía con
toda la creación