“EL
DRAMA DE LA
CULTURA ACTUAL ES LA
FALTA DE INTERIORIDAD…la ausencia
de contemplación y reflexión “
(del
mensaje del Papa
Juan Pablo II a los jovenes
en cuatro Vientos
11 mayo 2003) )
Cómo no
reconocer que la
cultura en la que
vivimos se queda en lo
exterior, juzga según
lo que ve, cree solo
en lo que
puede ver y
tocar, potencia lo que salta
a los ojos, creando
en el corazón de nuestros
contemporáneos una verdadera
incapacidad de interiorización. Ya lo
dijo el Papa
Juan Pablo II en su
tiempo en cuatro
Vientos . La
cultura de la
imagen domina de tal forma que
valemos por lo
que aparentamos, por
lo que representamos y no por lo
mucho que hay
dentro de cada uno; se
ha dicho -¡que
tragedia! -que hoy es mas
importante ser guapo que
ser bueno, o
lo que es lo mismo
que la estética
ocupa el lugar
que correspondería ,
y debe tener
siempre LA ETICA.
Cuando se reflexiona
acerca de esta realidad,
el sentimiento que produce
en nuestro interior
es el pesar
por lo que nos
estamos perdiendo, al perder
la interioridad nos
estamos privando de lo
mejor de lo humano.
La constatación de
Juan Pablo II
no es un análisis negativo
o pesimista, es por el
contrario, una llamada
a volver a
nuestro interior, a desempolvar
ese tesoro que
llevamos dentro y
que nos hace
auténticamente humanos. La centralidad
del hombre, gran
redescubrimiento de la época moderna,
no puede anular
la interioridad, un
hombre sin alma es
cualquier cosa pero no
humano, la grandeza
de la humanidad está
en el interior
de si misma.
No será
legitimo quejarnos de la
sociedad en la que
vivimos si no
le damos alma; hemos
de educar a
nuestros niños y
jóvenes e n el espíritu, no basta
que sepan ganarse la
vida, que compitan
por ser mas que
el otro; el mejor
instrumento para su felicidad
será educarlos en
la interioridad, hacer
que sean capaces
de entrar dentro de si
y encontrar el
tesoro de la creación que salió y
sale de la
mano de un Dios bueno .
¿De que
es capaz la Humanidad sin
interioridad? Lamentablemente, conocemos
bien la respuesta. Cuando f alta el espíritu contemplativo
no se defiende la
vida y se
degenera todo lo
humano “ Son palabras
del Papa Juan Pablo
II Una humanidad
sin interioridad, incapaz
de contemplación pierde el sentido de
lo que es, y en
consecuencia, es capaz en
nombre de lo humano,
de atentar contra
la vida misma , de
poner en peligro
la integridad del
hombre.
La interioridad
es, el espacio dentro de nosotros
donde se realiza el
encuentro con dios, donde se
nos revela el
misterio de lo que somos. Desgraciadamente el hombre cerrado a
la trascendencia, cerrado a dios y a su gracia e s un
hombre empobrecido, un ser
que ha recortado su
horizonte, una libertad a la
que han cortado
las alas. En e l interior, la
voz del dios hace
vida en nosotros.
Hemos de
poner manos a
la obra, formar en
la interioridad, descubrir y
ayudar a descubrir el
valor, que supone
pararse para mirar
a las cosas,
a los acontecimientos, a las personas
con profundidad, ver lo que
llevan dentro, en definitiva, aprender
a contemplar, poner alma
a todo; para ello
necesitaremos mucha f e, escucha
atenta de dios, silencio, oración, confianza, aceptación de
lo que Dios
quiere, y en definitiva
amor.
Para ello
contamos con una buena
escuela y una buena
Maestra, asi lo dijo
Juan Pablo II
a los jóvenes,
“ Os invito a
formar parte de la
Escuela de Maria. Ella
es el modelo en
la Biblia, modelo insuperable
de contemplación y ejemplo
admirable de interioridad –“porque guardaba
todas las cosas
en su corazón
“ .- ejemplo admirable de
interioridad fecunda, gozosa
y enriquecedora. Ella os enseñará
a no
separar nunca la acción
de la contemplación” Contemplativos
en la acción
como diría San
Ignacio.
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