“EL ARBOL
DE LOS PROBLEMAS “
No podemos
vivir el futuro
con la carga
del pasado a nuestras espaldas. Este tema
que lo hemos
vivido políticamente estos días pasados
de octubre, debe enseñarnos
también a proceder
cada día con
nuestros problemas. Hay que
intentar despedirse amistosamente
de lo que
ya ha ocurrido, dejando aras
los errores de
los demás y los propios
abre un nuevo
espacio para las
oportunidades.
Einstein decía que
a veces ”Los
problemas no pueden ser
resueltos en el
mismo nivel de conciencia
que los creó “ Para
intentar aliviar esos
bloqueos de conflictos
e insatisfacciones, debemos
primero ser conscientes de que
cargamos con esa
pesada carga que
produce siempre los
mismos resultados. Una vez
identificada, podemos deshacernos
de ella y las cosas empezaran
a suceder de
modo diferente.
Según Otto
Scharmer, creador de la Teoría U “La energía
sigue
a la atención.
Por eso no debemos
centrar nuestra atención en
aquello que tratamos
de evitar, sino
en aquello que pretendemos que
suceda “
Eso es
la teoría U,
aquella que nos
enseña que no
podemos vivir el futuro
con la carga
del pasado a nuestras
espaldas .
Un cuento
tradicional recopilado por J.
Bucay y que nos
enseña a aparcar
nuestros problemas diferenciándolos de
la vida familiar
pone como protagonista a un
carpintero que independientemente de
los problemas que
hubiera sufrido cada día antes de
entrar en su
hogar, tocaba las ramas de
un árbol y recuperaba
la sonrisa. Una
vez ya dentro del
hogar disfrutaba de
su esposa , de
sus hijos y
del resto de la
familia.
En
una ocasión, un
amigo que observó
el ritual le
preguntó en qué consistía aquel
extraño gesto << Ese
es el llamado árbol de los
problemas – le dijo sonriendo
a su amigo -
Dado que
siempre habrá disgustos,
no quiero que
entren en mi c asa
ni que los
tenga que sufrir
mi familia y
sus consecuencias las
paguen ellos . Por eso,
al terminar la
jornada de cada día en mi trabajo,
los cuelgo en
este árbol que hay
junto a la
puerta de mi
casa y los
recojo de nuevo
a la mañana
siguiente, aunque siempre cuando salgo
dispuesto a afrontar
la dura jornada
hay menos
y de menos
calado, colgados en
el árbol porque
el “viento y el
tiempo ” los han eliminado
por la noche .Y
cuando he recuperado
fuerzas con el
descanso y la
ayuda de mi
cercana familia los
afronto ya a
la otra mañana
también de otra forma “ >>
Esta misma
enseñanza se aplica
a los sufrimientos
del pasado. Si los
dejamos fuera de
nuestro hogar o interior
personal donde se construye el
presente y el futuro, irán
perdiendo importancia hasta
desaparecer.
La mente
es muchas veces un amplificador de
lo que nos
sucede, pero nosotros somos los
que tenemos que
decidir, si encender
o apagar el
interruptor. Si está encendido,
toda cobra una
importancia excesiva, que nos
va desbordando poco a poco y
el volumen aumenta si
además lo contamos a
los demás- y
a nosotros mismos-
personalmente como nuestras calamidades.
Pero si nos
permitimos sentir el
dolor pero no
interpretamos , eliminamos
el parloteo interior,
apagamos el interruptor.
Y esto es
MUY BUENO. Siguiendo
el famoso aforismo de Buda : “El dolor
es inevitable, pero
el sufrimiento es opcional “ .Lo que oímos
tantas
veces “Los problemas existen. Si
tienen solución… para qué
preocuparnos excesivamente. Si no la
tienen … porque
preocuparnos, y privarnos
de los pequeños
placeres de disfrutar
con nuestras personas
queridas. Porque
posiblemente al día
siguiente le veamos
otros “ángulos “ para afrontarlos
mejor y posiblemente
tengan mejor solución.
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