EL REFUGIO
MONTAÑERO DE RIOSECO
Lo hemos
comentado en multitud
de ocasiones , los
que nos consideramos ya, los
viejos montañeros de la sierra, que
cada vez que
llegamos a la
laguna de rioseco,
tras el paso
de los machos,
nos entra una
enorme pena , un vacío interior,
que casi nos
hace llorar. Allí junto
a la laguna
de Rioseco a más
de tres mil
metros de altura,
estuvo hasta los últimos
años
del siglo XX el
conocido Refugio de Rioseco, con
su mítico guarda
Gerardo Alonso, autentica enciclopedia
viviente del saber
montañero, aquel entrañable refugio camuflado entre
los crespones y
los crestones, antes
de enfilar la
vereda hacia la
laguna larga, o
enfilar el camino
de la laguna
de la caldera
y afrontar la
dura subida al
Mulhacen.
Cuanta gente,
montañeros jóvenes y
veteranos, adultos y
niños, escuelas de
montañismo, scouts y
montañeros de santa María, club
de montaña, etc. Pasaron
por allí sus
jornadas de iniciación y
aprendizaje. Cuantos días fue
base logística de
los distintos recorridos
radiales que desde allí salían : desde la
integral bien hacia
el macizo del
Caballo, pasando por el Elorrieta
o la travesía
hasta el Picón
de Jeres, o
el recorrido ruta
de las lagunas,
o el famoso
recorrido de los
3.000 . El refugio de
Rioseco fue testigo
de cientos de
horas de técnicas y aprendizajes dirigidos
y perfeccionados por
Gerardo Alonso y
Alfonso Romero Mellado,
como otros muchos
guias de alta
montaña que nos
ayudaron a las
escuelas de montañismo
de Portaceli y el
Colegio San Estanislao de
Malaga, scouts y
club de montaña
7 lagunas .
Aquí dejamos
este sencillo testimonio como homenaje
a aquellos años
y aquellos momentos ,
que lograron ser
no solo escuela
de montañismo sino
lo más importante
auténticas escuelas de
vida en los
aprendizajes de superación personal,
superación de adversidades, orientación
escalada
y técnicas de
supervivencia que ayudaron
al crecimiento interior
y personal de
muchos jóvenes y
adolescentes.
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