“SI
DIOS EXISTE, ES
SU PROBLEMA “
(ANTE
LA DUDA EXISTENCIAL
DE DIOS)
Allá por
los finales de
los años 70
me cruzaba continuamente
con este lapidario “grafiti “ puesto con
enormes letras en la subida
a la facultad
de Filosofía de la
Cartuja en Granada . Indudablemente esta
frase lapidaria daba
que pensar. Y
aunque ya esté
borrada tras más
de cuarenta años…
a mí personalmente
me sigue dando
que pensar. El
planteamiento actual de
muchos ateos o agnósticos
sigue
siendo esa “notable
permisividad de Dios
con el mucho
mal que existe en
el mundo “ Siempre su
existencia ha venido
con una gran interrogación
ante
la maldad y
tanta existencia de
un mal tangible
en nuestra historia.
Aunque es
verdad que junto
a ese relato
histórico de tanta
maldad y catástrofes existe también
un
tímido relato del
avance del bien
en el mundo,
en una humanidad
que va aprendiendo a
“civilizarse” en los
derechos humanos, en
las luchas por
la igualdad y el estado
de derecho, la
no discriminación etc.
Se
siguen dando en
nuestro actual mundo
satisfecho ciertos fenómenos que
nos revelan el
siguiente hecho: “el hombre
actual no parece
acertar con el camino que
conduce a una vida
feliz y el
cristianismo, por su
parte no acaba
de acertar a
presentar a Dios como amigo de
la felicidad humana
y fuente de
vida sana integral” .Dios no
es captado como BUENA NOTICIA
(que es lo
que significa la
palabra EVANGELIO ) por
los hombres y
mujeres de nuestros
días.
Cierto que
el actual sistema
económico se nos
presenta como evangelio
y el bienestar
material como único camino
y meta a conseguir
y cuanto más
mejor.
Sin embargo,
los hombres y
las mujeres nacemos
y morimos sin ser
felices, sin haber
vivido , y nada
hay más importante
en este mundo
que reconstruir las
mentes enfermas y
las vidas rotas.
Que
nuestro mundo ,
que se gloria
de su progreso,
no consiga ser
feliz, se constata por
ciertos síntomas, pues
como dice A.S.
Neill :”Ningún hombre feliz
ha perturbado nunca
una reunión, ni
predicado la guerra,
ni linchado a un
negro. Ningún hombre feliz
cometió nunca un
asesinato o un
robo. Ningún patrón feliz
ha metido miedo
nunca a sus
trabajadores. Todos los crímenes,
todos los odios,
todas las guerras,
pueden reducirse a
la infelicidad. Según esta descripción
nuestro
mundo rico y
satisfecho está muy
lejos de ser
feliz, y sin duda que
su cultura, su f roma
de ver la vida,
su conducta y
los valores que
inculca, sean capaces
de conducir a
la felicidad o,
por el contrario,
aumentará más la infelicidad
“. Sin
embargo todos quedábamos consternados
hace escasos años
con la noticia
de aquel aprendiz
de piloto, o
copiloto, alemán , que
cerraba la cabina
al piloto titular,
y estrellaba la
nave de su avión con
su más de
un centenar de
viajeros en los
Alpes … simplemente “ porque estaba
amargado, al haberle
rechazado su novia “
Que
hermosa la letra
de aquella “soleá “
que un día
escuchaba en una “zambomba
“organizada en un
tablao flamenco de
Jerez : “Si otros no
buscan a Dios, yo
lo tengo que
buscar para que
me dé una explicación…
no digo
ni que si
ni que no…solo
digo que si Dios
existe no tiene perdón
de
Dios “ . Nos debe… una explicación.
La
felicidad no puede
ser un tema
<tabú > para los cristianos,
pues como decía Pascal “Nadie
es tan feliz
como un cristiano
auténtico “
Es tan
insensato buscar en
el cielo la
estrella, la de los Magos,
como buscar el
arca de Noé,
pues en ambos relatos
se trata de figuras
poéticas o géneros
literarios, lejos de
toda curiosidad científica
o periodística. Dentro de nosotros
está la estrella,
la inteligencia y
la fantasía , y
una constelación de sensaciones
y sentimientos,
frecuentemente reprimidos y casi
siempre ignorados. Porque
dentro de nosotros está
el espíritu, la
vida, la persona autentica
y sin domesticar,
fuente de amor ,
de solidaridad, de ternura, de
afabilidad, de generosidad, de
inocencia, de justicia y pasión
por
todas las criaturas. Dentro de nosotros
está, pero encerrado,
amarrado inutilizado. Nos pasamos
la vida buscando a
tientas en las
tinieblas exteriores. Sofocamos la
luz interior que podría
guiarnos hacia
metas de derechos
y conquistas grandiosas
en el campo
del humanismo. Y tenemos
la estrella que
ilumina oculta bajo
mil excusas que
no nos disculpa.
Como
se anuncia ya en Isaías
52, ,7-10: Los signos
de Jesús de Nazaret
son
todos signos de
vida, generan esperanza
en la historia
de humanidad , en la
mirada “del Dios
Padre bueno, Padre
tierno con la
historia y el
relato de la
humanidad y sus
muchos sufrimientos “ porque
todos ellos son
signos de esperanza, son fuente
de alegría.
Y especialmente
estos días de
Navidad, en donde
tenemos una especial
sensibilidad del dolor
humano, la ausencia
de nuestros seres
queridos, las malas
noticias que nos
siguen hablando del
odio entre los
hombres… solo encontramos
algo de esperanza
en aquel Jesús
de Nazaret que
proclamó el amor
como la única salida
para nuestros horizontes.
Porque el amor
es más fuerte
que la muerte. Solo
una mirada de
amor de Dios sobre
el mundo nos
puede aportar esperanza. Solo un Dios
que sueña con
que todos los
hombres y mujeres
sean felices, merece
credibilidad
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