CREO EN VOS,
CONSTRUCTOR DEL PENSAMIENTO…
Corría la
primavera del año
1979, y posiblemente
la Pascua de Resurrección apuraba
ya sus domingos. Estábamos celebrando
aquel San Jorge
hacia finales de
Abril, con los
scouts del Grupo
Atalaya 127 .
Estábamos
en las instalaciones
privilegiadas del antiguo
campamento Juan de Austria
en el lugar más paradisiaco
de la playa
de Aguadulce en Almería. Algunos pioneros
scouts con sus
camisas rojas iban
a recibir aquel día el
sacramento de la Confirmación tras
dos intensos años
de preparación catequética. El Obispo
de Almería en aquellos
años Monseñor Casares, tenía anunciada
su llegada a
una misa de
campaña donde signaría con
el sacramento a
este grupo de jóvenes scouts.
Los
jóvenes del grupo
scout preparaban y
ensayaban entre las
tiendas de campaña
las canciones de
la liturgia para
la misa .- Las canciones
eran en su mayoría
scouts,
que hablaban de
la naturaleza, de
la armonía de
la creación, del
ideario scout y
alguna hacía alusión a
la fe y
a la mentalidad
de la hermandad
mundial scout. De pronto, entre
las tiendas de campaña
aparece el Sr. Obispo
acompañado de varios
sacerdotes y Antonio Vivas, como
responsable de la
comunidad scout en
su celebración del San
Jorge. Oye las canciones
que están ensayando
los scouts para
la misa de
campaña y de
pronto se detiene
su atención en
una de ellas.
Es
el conocido canto
del “ Credo de la
misa nicaragüense “ .
Advierte seriamente a
los jóvenes que están
cantándola: Ni
se os ocurra
cantar este Credo
en la misa. Los
jóvenes scouts ponen
cara de no
haberle entendido. Al parecer
al Sr. Obispo no
le gustaban expresiones
como : “Puñetero y desalmado
…. Que lavándose las
manos quiso…“. Siguieron los
saludos, las sonrisas,
los parabienes y demás. Comenzó
la misa , la
liturgia de la
palabra, la homilía del
Obispo, elogios a
los scouts y
a su ideario y …
de pronto , sin previo aviso, el Credo. Si
el de la
misa nicaragüense. Y … ¡Tierra trágame¡
Ya nada fue
igual … todo terminó
bruscamente. Casi sin
despedida. El obispo salió rápidamente
con
sus acompañantes en
un coche . ¿Qué había pasado?.
Los jóvenes que
llevaban el coro,
no habían entendido
al obispo. Ellos tampoco comprendía
que una canción
que hablaba de
un Dios liberador
no pudiera interpretarse, y más precisamente
en aquellos años de
plena transición política en
España donde el
mensaje político hablaba
continuamente de un
pueblo caminando hacia
una liberación. Al cabo
de dos meses,
Antonio Vivas , fue
destinado fuera de Almería.
Los jóvenes siguieron
cantando durante muchas
celebraciones aquel “Credo
liberador de la
misa nicaragüense . Incluso años después
cuando
el grupo scout
Atalaya se había disuelto
y desaparecido, en
muchas reuniones aquellos
jóvenes seguían rasgando
sus guitarras y
cantando aquel bonito
poema canción, que servía a
modo de Credo
en un Dios liberador
que nos hablaba
en el fondo
de aquel sueño
del profeta Isaías
que un día Jesús de Nazaret
hiciera
suyo “El Señor me
ha ungido… para romper
las cadenas a los cautivos,
para vendar los
corazones desgarrados… para “. Misteriosamente en
aquellos meses había desaparecido
aquella otra estrofa
que fue la
causante del “cisma
“ y que venía a
decir “Creo que fuiste
golpeado can escarnio torturado
en la cruz
martirizado siendo Pilato
pretor. El romano imperialista
traicionero y desalmado
que lavándose las
manos quiso borrar
su error “. El
Credo posterior aquel decía:
“Creo,
Señor, firmemente
Que de
tu prodiga mente
todo este mundo
nació;
Que de
tu mano de artista,
De pintor
primitivista, la belleza
floreció;
Las estrellas
y la luna,
las casitas, las
lagunas,
Los barquitos
navegando sobre el rio rumbo
al mar;
Los
inmensos cafetales, los
blancos algodonales,
Y los
bosques mutilados por el hacha
criminal.
Creo en
vos, arquitecto, ingeniero,
Artesano, carpintero,
albañil y armador.
Creo en
vos, constructor del
pensamiento,
De la
música y el
viento, de la paz
y del amor.
Yo creo
en vos compañero,
Cristo humano, Cristo obrero,
de la muerte
vencedor,
Con el
sacrificio inmenso,
Engendraste el
hombre nuevo para
la liberación.
Vos estáis
resucitando en cada brazo
que se alza
Para defender
al pueblo del
dominio explotador,
Porque estáis
en el rancho,
en la fábrica , en la escuela,
Creo en
tu lucha sin tregua,
creo en tu
resurrección
(Carlos
Mejía)
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