LOYOLA
, EL
PEREGRINO : “EL HOMBRE DEL SACO “ ( SAN
IGNACIO DE LOYOLA,
LA PELICULA)
RECUERDA IGNACIO
AQUEL PERIODO DE
MEDITACIÓN EN LA
CUEVA COMO UN
TIEMPO EN EL QUE
: “ DIOS ME INSTRUYÓ
COMO A UN
NIÑO INSTRUYE SU
MAESTRO, LLEVANDOLE EL
PUÑO DE LA
MANO PARA ESCRIBIR
EN LOS RENGLONES
DE LA VIDA, ENSEÑANDOME COMO
A UN NIÑO PEQUEÑO ENSEÑA
PACIENTEMENTE SU MAESTRO “
La verdad
es
que el peregrino, aún en
Manresa, se asemeja
mucho a un ermitaño, en
la medida en que
no vivía con
los demás y como
los demás, sino, a lo
sumo cerca de
los demás. Es
un solitario inmerso en
sí, pero no
un hombre huraño. Sabe
repartir y compartir
su pan con
otros tan pobres
como él, y su
palabra suave, corta,
firme, reiterativa. Atrae hacia sí, pero
su irradiación remite
a sus oyentes
al interior dormido de
cada uno”
La película IGNACIO
DE LOYOLA, describe
el cambio de
Ignacio de Loyola
de soldado a
peregrino. Su espada seria
su palabra ,
sus convicciones y
su pasión puestas
en aquellas vivencias
que plasmó como método
de
llegar y conocer
a Dios a través
del conocimiento propio en los
Ejercicios Espirituales “
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