CAMINANDO CON UN GRAN GUIA : POR LA CORTE Y VILLA DE MADRID

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y el Manzanares por Madrid, y aprovechando que en esta ocasión me tocaba pasar unos días allí, contacté con un personaje entrañable y querido como Carlos Vara, añorado ya, con el que hacía años (casi siete) que no coincidíamos ;ex del S. Estanislao de Málaga, ex del “7 lagunas “ (casi miembro fundador ) y sobre todo montañero de corazón (es de los que no se ha “cortado la coleta”, de los que no se ha retirado y casi siempre que le llamo tiene en proyecto alguna gran aventura desde Gredos y Guadarrama hasta los altiplanos de Bolivia) .Aun retiene su enorme amor a sus años de estancia en Málaga, sus amigos, sus procesiones, su “pescaito frito” en el paseo marítimo, sus añoranzas de pedregalejo. En esta ocasión sí. Tenía un tiempo disponible, y al menos dos arrobas de paciencia para enseñarme algunas cosas…pongamos que hablo de MADRID, rincones de su geografía diaria, de su propio refugio montañero “que así es su casa , hogar acogedor, con vistas a la dehesa y a la casa de campo de Madrid, enseñándome todos aquellos de sus rincones menos conocidos, del Madrid secreto y nocturno… guía montañero, guía gastronómico, guía urbano, guía turístico, guía intra histórico…guía de conversación, amena siempre, con amplitud de datos históricos y anecdóticos que le hacen ameno y cercano.

Horas intensas e inolvidables , compartiendo mesa y mantel, caminando por la dehesa de la villa, por la ciudad universitaria, por la plaza de España, por el centro histórico de Madrid, por el palacio real ( con demostración imprevista y exhibición de música militar y destrezas castrenses que nos amenizaron hasta bien entrada la noche ) , crepúsculo al atardecer por la casa de campo, de ese inolvidable dia del lunes 10 como preludio de la gran fiesta nacional del día 12 de octubre. Su variada conversación, su proverbial acogida , simpatía y hospitalidad ,su capacidad de escucha, sirvieron para hacerme inolvidable ese Lunes del incipiente otoño madrileño. Encuentro , mega paseo y fotos con los militares que delante de la puerta del Palacio Real nos deleitaron con sus exhibiciones castrenses y su marcial música, especialmente los cuerpos africanos, que ambos llevamos un tanto en la sangre : los regulares de Tetuán (ahora dicen que son de Ceuta) y la conocida Legion (que a Carlos le suscitaron algo de su nostalgia malagueña y de aquellos inolvidables cursos de supervivencia que nos impartieron a los montañeros) Fotos de recuerdo de esa jornada agotadora jornada (confieso que esperaba que Carlos sacara bandera blanca y pidiera coger un taxi, el autobús o el metro: no fue asi. Aguantó pie enjuto horas y horas ;está en forma el tío) ; y al anochecer brindamos… brindamos y recordamos la multitud de nombres de nuestro “7 lagunas “ anécdotas interminables, y brindamos sobre todo ,para que se repita este encuentro, para que sigamos con ese espíritu y raza montañera, para que no perdamos nunca ese espíritu de amor a la naturaleza y a la montaña, a plantar la tienda de campaña en el mas improvisado de los rincones, a saber mirar a las estrellas, a poseer un minimo de espiritu aventurero, ... bridamos para que… continúe esa buena amistad que la montaña nos dejó como legado de incalculable valor.

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