AIRES DE
LA YERUSHALAYIM HAKETANNÁ
Lo
cuenta con un
encanto especial en
su libro “El desván
de los recuerdos “
Abraham Botbol Hachuel cuando
habla con nostalgia
y cariño de Tetuán, en
Marruecos, para el
siempre será “la pequeña
Jerusalén” Tanto que
me hace recordar
todos estos días
de comienzo de
verano el especial
ambiente de aquellas
callejuelas de la
judería de nuestra
infancia, donde nos
llevaban nuestros padres
o nuestros amigos
hebreos de esa
infancia: Inigualable el ambiente
de aquella judería
magrebí, en donde
palpitaba intensamente una
vida judía, en
donde cada sábado o fiesta de
observancia, y ¿Por qué no?
Las diferentes actividades
especiales en la vida privada de cada uno de
sus componentes , eran
motivo de efervescencia colectiva. Nostálgica aquella
felicidad con que
los habitantes de
la judería recibían
las fechas señaladas
en el calendario
judío y el
empeño que cada uno de
ellos ponía para
que estas resultaran
lo más alegres
y solemnes posibles,
pues estaban conscientes
de que esto d dependía primordialmente del
ambiente que se
creara alrededor de
aquellas familias.
Comunicando la calle
Luneta con la
calle principal de
la judería y
recuerdo siempre una
fuente. Pero me
impresionaba sobre todo
la inscripción de aquella
fuente. Porque… era la Fuente
de Moisés Ruah, en
la que figuraba
una placa con
la siguiente inscripción
:”DONADA A LA
COMUNIDAD JUDIA POR
DON MOISES RUAH
EN MEMORIA DE
SU HIJO MESSOD
FALLECIDO EN EL BRASIL “.
Una
de las puertas
de la judería
daba a la
antigua Plaza de España, en cuyo
centro había un
hermoso templete, en
donde las bandas
de música, tanto municipales,
como militares daban
conciertos durante las
tardes de primavera
y verano. “El Ensanche” europeo , fue construido a principios
del siglo XX, lamentablemente con
una planificación desordenada
que rompía con la arquitectura
a andaluza y morisca
de la ciudad. La
calle principal era
pletórica de comercios. Aun recuerdo
las firmas comerciales
de , “Paris-Tetuán “, “La Caraqueña”, “La Perfumería
Americana”, “Calzados la Mundial “,
“Casa Belecen “, “La Reconquista “ “Sederías Victoria “ “Kether “ ( este último, el negocio de mi padre y que era el único que poseía un nombre en hebreo cuyo significado es corona) Existía en el Ensanche , un negocio que por sus características se diferenciaba de los demás, pues se dedicaba a importar café crudo y elaborarlo; este era el “Tostadero de Don Jacob Bendahan”, hombre querido por toda la c comunidad. En Ese viejo almacén, pasé muchos ratos de mi infancia, pues su hijo Sami, era y es hasta hoy en día mi mejor amigo. En el Ensanche igualmente se había construido el nuevo “Circulo Recreativo Israelita “ punto de reunión de la comunidad judía.
“Casa Belecen “, “La Reconquista “ “Sederías Victoria “ “Kether “ ( este último, el negocio de mi padre y que era el único que poseía un nombre en hebreo cuyo significado es corona) Existía en el Ensanche , un negocio que por sus características se diferenciaba de los demás, pues se dedicaba a importar café crudo y elaborarlo; este era el “Tostadero de Don Jacob Bendahan”, hombre querido por toda la c comunidad. En Ese viejo almacén, pasé muchos ratos de mi infancia, pues su hijo Sami, era y es hasta hoy en día mi mejor amigo. En el Ensanche igualmente se había construido el nuevo “Circulo Recreativo Israelita “ punto de reunión de la comunidad judía.
Voy recordando poco a
poco en mi
memoria, “ EL SHABBAT” ,
“EL PESAH” , “LA HILULA “ , “EL SUKOT “ …como
una historia inacabada,
inconclusa, … al igual
que el Talmud obliga
a todo judío,
cuando construya su casa
o are su
parcela en el
campo, a dejar una
pared sin pintar
o un rincón del campo sin
trabajar, siempre en
memoria de la destrucción del Templo de Jerusalén, en
el mismo sentido
pienso que todo aquel
judío que escriba
algo sobre la
historia o la
vida de nuestro
pueblo judío debe a
la vez insertar
unas líneas que
describan las vicisitudes
pasadas por esa gran
parte de nuestros
hermanos que sucumbieron
bajo el poder
del más cruel
enemigo en los
anales de la
humanidad.
La
lectura del libro de Abraham Botbol
Hachcuel nos hace
recordar las palabras
de Bashevis Singer : “CUANDO UN
DIA PASA DEJA
DE EXISTIR ¿QUE QUEDA DE
ÉL? NADA MÁS
QUE UNA HISTORIA. SI
LAS HISTORIAS NO
FUERAN CONTADAS O LOS LIBROS
NO FUERAN ESCRITOS, EL HOMBRE
VIVIRIA COMO LAS
BESTIAS, SOLO POR
EL DIA “
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