EL NO SABER
RECONOCER LA GRANDEZA
DEL QUE TENEMOS AL
LADO
Eran
dos viajeros, uno del
norte y otro del
sur, que se encontraron casualmente en
un sendero, por
lo que decidieron
caminar juntos un buen trecho del camino.
Uno era joven
y el otro entrado
en años. El mayor preguntó:
-¿A dónde vas?
- Voy en
busca de un verdadero
maestro. He viajado por muchos
lugares del mundo
con la esperanza
de hallar un autentico
y sabio maestro espiritual.
-¿Y que harás
si lo encuentras?
-Será
el momento más
feliz y dichoso de
mi vida y, si
fuera necesario, me arrojaría
a sus pies para
suplicarle que me
diera instrucción y formación
espiritual. Encontrar una persona así en este
mundo es como
encontrar un tesoro, un
raro e inusitado
acontecimiento.
Pasaron varias
jornadas y una
mañana el hombre
mayor dijo.
-Ha llegado el
momento de separarnos. Cada uno debe
seguir su camino
respectivo.
- ¿A
dónde iras? – preguntó el más joven.
- Continuaré con
mi ya larga
búsqueda- repuso el hombre
mayor.
-¿Qué
búsqueda?
- La
de un autentico
discípulo. Hallar una
persona así en
el mundo es un raro
acontecimiento. Es muy extraño
que alguien sea capaz
de reconocer a un
verdadero maestro.
Y
entonces el joven
vio como ese
verdadero maestro se perdía en la
inmensidad del horizonte…
SIEMPRE SE HA
DICHO A
LO LARGO DE LA
HISTORI DE LA ESPIRITUALIDAD << CUANDO EL
DISCIPULO ESTÁ PREPARADO, APARECE
EL MAESTRO>> Y
NO TIENE QUE
SER UN MAESTRO DE CARNE Y
HUESO… TAMBIEN LO ES LA VIDA
Y SUS SITUACIONES,
Y LA NATURALEZA Y
LOS ANIMALES Y
PANTAS… Y EN
ULTIMA INSTANCIA, PUEDE INCLUSO
QUE… EL MAESTRO
ESTÉ DENTRO DE CADA UNO DE
NOSOTROS.
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