RETOS
Y… SERVICIO
“ Donde haya
un árbol que
plantar, plántalo tú.
Donde haya
un error que
enmendar, enmiéndalo tú.
Donde haya
un esfuerzo que
todos esquiven,
Acéptalo tú.
Se el
que apartó del
camino la piedra,
el odio
De los
corazones y las
dificultades del problema
Hay la
alegría de ser s ano
y justo, pero
Hay sobre
todo, la inmensa
alegría de servir.
Qué triste
seria el mundo
si todo en él
Estuviera hecho. Si
no hubiera un
rosal
Que plantar,
una empresa que
emprender.
No caigas
en el error
de que solo
se hacen
Méritos con
los grandes trabajos. Hay
Pequeños servicios: poner una
mesa, ordenar unos
libros, peinar una
niña.
El servir
no es una faena
de seres inferiores
Dios ,
que es e l fruto
y la luz,
sirve.
Y te
pregunta cada día: ¿Serviste hoy?”
Leyendo esta
tarde este sencillo
poema… He recordado estos
días mi tiempo
como voluntario en el Teléfono
de la Esperanza en Almería
y Granada.Desde 1996 a
2009 . En cuanto
signo, el voluntariado
remite al espíritu de gratuidad y de solidaridad en
favor de personas
y colectivos que
viven en la
necesidad , en la
adversidad y en
la exclusión. Es por
tanto, un indicador
elocuente de la capacidad
humana de dar tiempo y
darse, de entre4gar los
propios recursos y
energías más allá
de las ocupaciones
profesionales y familiares,
y de asociarse
para hacer el
bien y transformar
la sociedad.
Al mismo
tiempo, el voluntariado
representa una saludable
reacción a la sociedad
paradójica en que vivimos;
en ella las
desigualdades, la exclusión
y la marginación
contrastan poderosamente con la capacidad
de generar recursos
suficientes para todos. El
voluntariado apuesta por
la solidaridad frente al
egoísmo, por los
valores cualitativos frente
al ansia de tener
y poseer, por la
gratuidad f rente al interés
por la justicia
frente a las
injusticias individuales y
estructurales.
Con el
lema evangélico “ LO QUE GRATIS HAS
RECIBIDO, DALO GRATIS “ , este año
me ha hecho
reflexionar mucho en
la campaña del Día
del enfermo. La necesidad imperiosa
de educarse o
educarnos en la
escuela del Buen Samaritano, el formarse
para servir mejor
, de enriquecer
a diario las
motivaciones y purificarlas,
de cultivar el
sentido de participación y de
pertenencia a la
comunidad, de mantener viva en ti
creativa la llamada
de la solidaridad
también mediante la
oración del creyente. El voluntariado es una forma de
participación en la
vida social y, al
mismo tiempo, una expresión de
la solidaridad que
anida en toda
persona. Por eso ha
e existido siempre. Hoy en
día es un fenómeno
cultural, social y
eclesial de nuevas e
insospechadas dimensiones .
Son numerosos los g grupos
, comunidades y
asociaciones que lo
promueven y ejercen.
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