miércoles, 25 de enero de 2017

                       Saber  disfrutar

“Todos tendremos  que  rendir cuentas de los placeres legítimos que hayamos  dejado de  disfrutar”
              (Del  Talmud, sabiduría rabínica de los tiempos de  Jesús)










 
     Gozar  es más  una  actitud mental que un conjunto de circunstancias; el disfrute es, en realidad, más una elección que una casualidad Todos sabemos que unas personas gozan  de la vida mucho más que otras. Y los que disfrutan de la vida mas no están necesariamente mal dotados  ni son más afortunados, sino que, sencillamente, algunos han preparado sus programas internos para gozar dela vida, mientras que otros parecen empeñados en la lucha perpetua por abrirse camino en ella. Nos despertamos  cada mañana con esa programación mental: a gozar de la vida o a lucharla
             Esta programación fue instalada en nosotros en los primeros años de nuestra  vida: fue  el resultado de las sugerencias de los de alrededor y de los comportamientos aprendidos.
              Hemos  nacido para ser felices, no para ser perfectos, ni eficaces, ni para  responder a lo que los demás  esperan de nosotros. Es necesario analizar las causas que nos impiden  disfrutar. Cada cual debe  explorar sus espacios internos y entrar en contacto con las razones que puedan disminuir nuestra capacidad de gozo. Para  algunos puede tratarse de un mensaje directo de la infancia de que la vida no está hecha para disfrutarla.
              Los mensajes que recibimos durante nuestra infancia tienden a seguir sonando de por vida dentro de nosotros, a menos que los identifiquemos y los saquemos a la luz.” La vida es lucha. No se debe estar  mano sobre  mano. El  mundo es cruel…”
              A  veces  nos  autocastigamos  recordando todos y cada uno de nuestros erro4res. Llevamos un meticuloso inventario de nuestros fallos y  aunque  Dios   nos lo perdone, nosotros no podemos perdonarnos jamás. Es como si  nos hubiéramos  juzgado y hubiéremos grabado nuestros fracasos en cada músculo  y célula de  nuestro ser. El complejo de culpa es sin duda una de las causas que más nos impide disfrutar y contra el que tenemos que luchar la mayor parte de los seres humanos.
               Las víctimas del perfeccionismo  viven una “trayectoria suicida “ya  que  les priva de la plenitud  de la vida .Como no son perfectos, son  un continuo fracaso. Y  cuando el fracaso se  convierte en el color de  nuestros días y  nuestras noches, se apoderan de nosotros el desánimo y la depresión.
               Todos  tenemos algún complejo de inferioridad. Todos tenemos áreas de inseguridad. La inferioridad es lo opuesto a  la superioridad y al mismo tiempo siempre implica comparación. Nos confrontamos con otros y  nos parecen más inteligentes, más guapos más  capaces o más virtuosos que nosotros. La comparación siempre es el comienzo de sentimientos de  inferioridad. Y es casi imposible disfrutar de algo cuando no gozamos de   nosotros  mismos.
               El planteamiento del “todo o nada “también puede minar el placer. Una parte de nosotros es buena y hermosa, pero hay otra parte que no se ha  transformado. Una parte  de nosotros es luminosa y  otra es oscura; una parte crece y otra duda; una parte es amor y otra es  egoísta. El planteamiento del “todo o nada “no conoce la palabra proceso. Todo tiene que ir completamente  bien y en todo hay  que sacar  sobresaliente o, de lo contrario, todo se convierte en la noche oscura del alma.
                 Finalmente  deberíamos revisar nuestras premisas. Algunos hemos construido nuestras vidas sobre presupuestos irracionales. Por   ejemplo “no puedo disfrutar si estoy solo” (lo que le produce un miedo enorme a la soledad y  estés siempre buscando a los otros).” Soy  así y  no  puedo cambiar “ le  inmoviliza y le estanca ) “Tengo que hacer todo bien “  (  y  no puede perdonarse  nunca un error ) “No se  puede vivir sin salud” (huirá  siempre de la enfermedad, o la negará, o se sentirá infeliz al menor dolor de cabeza propio o ajeno)
             
http://antoniomarincara.blogspot.com.es


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