UN ALUMNO
“HONORIS CAUSA” MUY ESPECIAL
De mis
tiempos de universitario
en Granada, tenía
el recuerdo de
un universitario “muy
especial “ , anciano ya entonces, al
que veíamos acudir
vestido de una
forma estrafalaria, a
las clases universitarias con
sus libros bajo
el brazo. Le llamaban
Pepe Reina. Casi
todo el mundo le conocía
popularmente y
casi todos habíamos compartido
algún que otro
vino en los
cercanos bares de
la calle Elvira
con él. Era admirable
su sentido de
estudio autodidacta y su enorme
“poso de sabiduría “
acumulado en años difíciles
del
tardofranquismo. Y además poseía un
enorme sentido del humor.
Curiosamente me
llega estos días
un recuerdo muy
especial. El recorte de la prensa
encontrado entre las páginas de
un olvidado libro , data
del 15 de Marzo de
1993 Y decía
en sus titulares :
<< EL DEPARTAMENTO DE DERECHO
PENAL DE LA UNIVERSIDAD D E GRANADA, INSTITUIRÁ
UNOS PREMIOS QUE
POSIBLEMENTE LLEVEN EL
NOMBRE DEL QUE FUERA
ALUMNO HONORIS CAUSA
DE LA UNIVERSIDAD
DE GRANADA E
HISTORICO MILITANTE ANARCO
SINDICALISTA JOSE REINA.
JOSE
REINA FALLECIÓ HACE
UNOS DIAS EN
UN HOSPITAL DE
GRANADA A LOS
88 AÑOS, LEGO SUS
AHORROS PARA PREMIAR
LOS MEJORES TRABAJOS
SOBRE ESTA ESPECIALIDAD DEL
DERECHO REALIZADO POR
ALUMNOS >>
Y hasta ahí
la
noticia , del viejo
recorte encontrado entre
mis libros. Continuaba más
abajo informando Pilar
Aranda, entonces vicerrectora de Estudiantes, que
aunque no se sabía
ciertamente de qué
cantidad estábamos hablando, Pepe
Reina ( como se le conocía popularmente
entre los universitarios que estábamos
en Granada en
aquella época) en
sus últimos tiempos
almorzaba en los “económicos
“ comedores universitarios de
la calle Severo
Ochoa, e incluso
se le veía a
veces en comedores
de beneficencia. Despues
se descubrieron varios
millones de las
antiguas pesetas en
tres cuentas a
su nombre, cuyo
importe habia testado
totalmente a favor
de una beca.
Pepe
Reina había hecho
su testamento en
1982 y allí había estipulado
que los ahorros
de toda su
vida “ trabajando y
estudiando “ a
la vez, sirvieran
para estimular el
estudio de los jóvenes
interesados por aquellas materias
universitarias. Reina no
solo estuvo en
sus últimos años
vinculado a la
universidad de Granada,
donde incluso se le
proporciono una mesa
y un brasero eléctrico para trabajar
en la biblioteca
de Derecho, sino que
algunos de sus
profesores, como Fermín
Camacho o José
Luis Pérez Serrabona,
se convirtieron en sus tutores. Ellos admiraban
a este alumno
ejemplar dedicado a
la investigación tras
sus duras jornadas
de trabajo de profesión
albañil. Y
es admirable porque
con anterioridad, José
Reina todo un
enamorado de los libros
había donado al departamento de
Derecho Civil toda
la enorme biblioteca
bien cuidada y
conservada desde su
infancia prácticamente y
que guardaba en
su recoleta casa
del Albaicín, como buen
enamorado de su
Granada natal. De él se
recordaba en la
Universidad de Granada :
<< Durante su vida trabajó como albañil y en otros oficios
manuales, y en la actualidad de enseñanza impuestos desde el poder, se resistió
a cursar algún tipo de estudio oficial y todos sus conocimientos fueron
adquiridos de forma autodidacta.Durante la transición, la figura de Pepe Reina,
con una incorruptible chaqueta de pana en cuyos bolsillos transportaba libros y
periódicos, y la cabeza rematada por una boina, se convirtió en un inevitable polemista en
cuanta asamblea, conferencia o debate de carácter político se organizara.
Mientras tanto, frecuentó a diario la biblioteca de la Facultad
de Derecho e impartió conferencias sobre los asuntos más diversos. Tal fue su
vínculo con la universidad que en 1985, a propuesta de los estudiantes, fue
nombrado alumno honoris
causa en un emotivo
acto en el paraninfo de Derecho, en el que recibió una beca colorada que
siempre luciría en los actos académicos solemnes>>
Contaban los
universitarios de aquella
época, que los últimos
meses
de su vida
en 1993 fueron
especialmente accidentados.
El vicerrectorado de Estudiantes, al
frente del cual
estaba la competente
y querida Pilar
Aranda, cuidaron de él
e incluso lo
evacuaron en su momento
al hospital clínico cuando recaía
en
alguno de los
ya numerosos achaques
seniles.
Siempre fue
un “alumno por
libre “ Su vinculo
con la universidad,
institución en la
que jamás había
consentido en matricularse
pues estaba en
contra de los sistemas de
enseñanza y era un
ferviente y radical seguidor
del autodidactismo, A
partir de entonces
todavía su legado
económico, ahorrado con
enormes sacrificios sirve
para cada año
lanzar la convocatoria
de los premios
de investigación que
llevan su nombre.
http://antoniomarincara.blogspot.com.es/
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