MARRUECOS:
RECUERDOS Y TÉ
DE MENTA
Cuando de
pequeños vivíamos en
Marruecos vivimos un
cambio grande, como
fue el de
pasar de un
status de Protectorado Español, con tropas
del ejército español
que garantizaban el
orden, al pasar
de pronto en
1956 a un
Marruecos independiente.
Hasta entonces los
numerosos hijos de
españoles destinados allí bien
por razones administrativas o
de trabajo , los niños ,
adolescentes o jóvenes que
estudiaban allí, seguían el método
de
estudio español implantado
por el Ministerio de Educación del gobierno
español .Anualmente los alumnos
que seguían estudios
en escuelas o
colegios españoles eran examinados
en la capital
del Protectorado español . Tetuán, por tribunales compuestos
de catedráticos procedentes de
los distritos universitarios de Granada
o Sevilla, en sus exámenes
de
Revalidas o Selectividad
universitaria. Luego tras
1956 fueron examinados ( hasta
el bachiller superior ) en
edificios todavía dependientes
de la administración española
como el Hospital
Gómez Ulla, el
cuartel Rekaina, o
el colegio José
Antonio por tribunales más
sencillos compuestos por catedráticos
del
instituto de Enseñanza
Media de Ceuta.
Los de selectividad
iban a Granada
a examinarse.
Pues bien
uno de aquellos
catedráticos que antes
de 1956 venían
a examinar de
vez en cuando
en aquellos tribunales que
anualmente cruzaban el
estrecho para examinar
en Tetuán, a
niños o jóvenes de Chauen
, Larache, Alcazarquivir, Alhucemas,
etc. era el catedrático
Wiesenthal . A estos viajes
se apuntaba casi
siempre su familia
pero más en
concreto su hijo Mauricio Wiesenthal, un
niño que en
1953 con apenas
diez años recuerda
aquellos viajes como “
su gran
aventura marroquí “ la
que nunca olvidará,
tan llena de poesía, susurros,
olores, sabores, magia… con
los que contempla
con sus ojos
grandes de niño
curioso aquel mundo
tan distinto.
Si Proust
se refugiaba en una
taza de
té para mojar
una magdalena, y, de paso, recuperar el
tiempo perdido, el
niño que fue Mauricio
Wiesen tal que de
pequeño acompañaba a
su padre en
su anual viaje
a Marruecos, no
iba a ser
menos, aunque el
suyo sea un té… de
menta, no él
te inglés, y
cada sorbito breve, una anécdota, un
relato que parece
extraído de los
relatos de las
mil y una noches:
<< Fueron días maravillosos
que recuerdo como
un cuento oriental >>
Dice Mauricio
Wiesenthal <<Estoy
convencido de que la
vida es una
lucha continua entre
el orden y el
desorden, un viaje de
ida y vuelta hasta
que nos sorprende
la muerte: esa hora
final en que
no podemos superar
el caos con la creación
… a los
jóvenes hoy les
enseñan que lo
importante es hacerse
un nombre en
el mundo, conquistar
un puesto en la
sociedad, entrar por
la puerta grande en
el gran teatro de
la vida. Pero pienso
que lo difícil no
es entrar, sino
salir a tiempo. Y
a saber marcharse
dignamente se aprende viajando>>
Un atracón de
colores. Eso fue Marruecos
para el niño
Mauricio Wiesenthal,
(Barcelona 1943) que
acompañaba de la
mano a su padre
en los viajes
que este hacía
para examinar a los estudiantes
del protectorado Español . Mauricio
un niño de
aquella época como
eramos nosotros, y
por eso nos
identificamos con su
prosa, sus recuerdos
de aquel Marruecos
inolvidables. Escribe A.
Fontana en su
reseña literaria que
hoy, aquel niño al que
los años
han convertido en
el autor de preciosos libros
de fantasia e imaginación
viajera
tales como Luz
de vísperas, Libro de Réquiems , El
esnobismo de las golondrinas, y Marrakech, fantasía en
el palmeral y
su gran libro autobiográfico
“Siguiendo mi camino “
publicado por la
editorial acantilado en
2013 recuerda
su infancia allí,
cuando << miraba , aprendía,
me dejaba fascinar
por todo>> sus primeras
lecturas, como también lo
fueron las nuestras
– Salgari, Verne, Ali Bey- su casa de Marrakech,
en cuya torre
anidaban las cigüeñas << viajeros de
remotas islas, que vuelan
disfrazados hasta que
acaban su peregrinación >> . Es una
memoria, la de
Wiesenthal, llena de colores;
a menta y hachís, a frituras , a humo.
Llena, también ,de gentes
como el ciego
Messa´oud , que tenía
los ojos perdidos
en una nube
y veía cosas
de otro mundo.
http://antoniomarincara.blogspot.com.es
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