CONTRA ALGUIEN
SEGURAMENTE VIVIRIAMOS MEJOR
Tras
los últimos años
de Franco en
España, en lo
que se ha
llamado el “tardofranquismo”, y
en los primeros
años de la transición y
las consiguientes primeras
decepciones de que
cualquier camino (aunque fuese
el democrático) no
iban a ser
la “panacea “ del
paraíso ideal, había
un dicho popular
instaurado muy en
la sociedad, que venía a
decir “CONTRA FRANCO
VIVIAMOS MEJOR “ pues
ahora ni periodistas
tenían fácil hacer
sus artículos de
fondo, contra la
dictadura, también muchos
curas en sus
homilías “encontraban temas fáciles “ el
despellejar las injusticias
de un régimen
sin libertades…los artistas
no encontraban fácil
inspiración en sus
escritos, en sus representaciones teatrales
o cinematográficas. Tener algún
tema contra el
que vivir a
veces nos genera
“un odio” que
al igual que
el “amor” (la otra
y la gran
energía de la
vida, la que
nos debería de
mover de verdad ) son
las dos energías
que nos mueven
en nuestros afanes.
A
propósito de ello
cuenta nuestro gran TONI
DE MELLO S.J. , en
uno de sus
innumerables ejemplitos:
<< En un
vagón restaurante, un
pasajero estaba encargando
la cena al
camarero : “ De postre”
dijo, “tomaré pastelillos
y helado “
El
camarero le dijo
que no tenían
pastelillos. El hombre explotó: “¿Cómo dice? ¿Qué
no tienen pastelillos ¿ ¡ Es increíble! .Soy uno
de los mejores
clientes de este ferrocarril. Todos los
años organizo vejes para
millares de turistas
y envió cientos
de toneladas de
mercancías de mis
empresas y las
de mis amigos…Y
cuando a mí
personalmente se me
ocurre viajar en
este tren, resulta
que no puedo
conseguir algo tan
emblemático como los
pastelillos que le
dan fama a
esta compañía de
ferrocarril! ¡Me van
a oír el
presidente y los
principales de esta
compañía de ferrocarril ¡
El
“chef” que lo había oído,
llamó aparte al
camarero y le
dijo : “ Podemos conseguirle pastelillos
en la próxima
parada “
Y
justo después de
breves minutos tras
la mencionada parada,
el camarero se
acercó aun a
tiempo antes de llegar
a los postres,
a aquel enojado
caballero y le
dijo : “ Me satisface
, informarle ,Señor,
de que nuestro
“chef “ ha preparado estos
pastelillos especialmente para
usted con los
medios que teníamos
a bordo y
espera que le
gusten y le satisfagan por
no haber estado
preparados en su
momento. Además, nos gustaría invitarle a
una copa de
este brandy de
setenta y cinco
años. Es obsequio de
la casa, Señor “.
El pasajero arrojó
su servilleta encima
de la mesa,
e indignado levantó
un puño y
gritó : “!Al diablo con
los pastelillos! ¡Prefiero estar
furioso ¡“
Dice
Toni de Mello
al respecto: ¡! Que
vacías estarían nuestras
vidas si no
tuviéramos una causa
noble (o innoble )
por la que
enfadarnos.
Y
respecto a este
tema , conocí en
algún momento a
un profesor que
en los claustros
terminaba sus discursos
victimistas diciendo aquella
famosa frase, a
la cual le
dedicábamos luego un
extenso y sonoro
aplauso: “ Estoy tan acostumbrado a perder…que
ya cuando gano,
hasta me mosqueo “
En
definitiva creo que
psicológicamente si seria bueno
tener alguna causa
perdida contra la
que vivir, o como
hacia la hija
de unos amigos
mios que se
llevaba su mascota
de fieltro para
regañalarle en la
cama , aunque
fuera su gran
figura de apoyo
en la oscuridad
de la noche,
pero tenia a
quien “domesticar “. Domesticame -
se dice en
la obra el
principito de Antoin
Saint Exupery, tener
alguna causa con
la que despotricar
. Si ¿hace calor ?
“Porca miseria” Seguro
que el gobierno
tiene la culpa.La
tradición española viene
incluso desde Cervantes
en su obra
El Quijote, con
enemigos imaginarios como
los molinos de
vientos. A veces
todos necesitamos descargasr
nuestras energias negativas
contra imaginarios molinos
de viento. Despotricar
contra alguien o
contra algo aunque perdamos
energías absurdamente por
distintos puntos
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