LA ALMERIENSE
EMILIA FERNANDEZ : LA PRIMERA
GITANA BEATIFICADA
Llega
hasta mi la
imagen de un
cuadro pintado por
mi amigo y sacerdote Bartolomé
Marín, ya fallecido,
un cuadro pintado con
todo cariño y
siguiendo la descripción de quienes
conocieron a esta
mujer gitana. El cuadro
tiene trazos sencillos
pero bonitos y
me ha hecho
recordar mi tiempo
de trabajo de
pastoral gitana en el barrio almeriense de
los almendros y en
el colegio Virgen de la Paz
de aquella barriada,
en donde entre
canciones y debates
ya hablábamos de
la grandeza de
la figura de
esta mujer la
gitana Emilia. Al mismo
tiempo me llega
la noticia de que
será la
primera gitana beatificada
por la Iglesia
ya que el
Papa Francisco ya ha
mandado promulgar el Decreto de martirio junto
a 115 almerienses
mas , que murieron mártires
en la cruel
guerra civil en Almería.
Emilia Fernández
Rodríguez , nació en Tijola (Almería) en
1914 y falleció
en la cárcel de Gachas Coloras
en enero de 1939, días
después de dar a
luz. Emilia vivió
pobre y murió pobre. Sin
embargo en momentos
críticos como es la privación
de libertad en
circunstancias muy difíciles
de salud precaria
encontró donde agarrarse,
donde encontrar consuelo
y fortaleza en
la recitación piadosa
del rosario. Emilia
había sido detenida
por las fuerzas
de la milicia
republicana por haber
preparado una sustancia
que temporalmente obnubilase
la vista de
su marido para
que este no
fuese llevado al
frente del Ebro
movilizado como militar
por la Republica.
Casi le dejó
ciego a su
marido , pero este
se libró por
inutilidad de ir
al frente. Sabido
es por todos
la “cierta resistencia
a lo militar
por parte del
pueblo gitano amante
de vivir al
aire libre, de
la paz, y de no
estar sometido a
disciplina belicosa alguna ”. Descubierta por
las milicias republicanas
este engaño fue
detenida y encerrada
en la cárcel,
donde debido a su
mala alimentación y
a la humedad
de aquellas mazmorras
falleció al poco
tiempo de haber
dado luz a
una niña fruto
del matrimonio con
su marido, al
que evitó la
muerte casi segura
en el frente. Emilia la
canastera. También allí
en la cárcel , descubierta con
un rosario en
la mano se
negó a decir
o a delatar
el nombre de
quien le había
impartido aquella catequesis
con la que
le habían dado
el rosario y
tras la que habían bautizado a
su hija recién nacida.
Emilia era una mujer
analfabeta, pero poseedora de
una inteligencia natural
esplendida que le
lleva un día
a pedirle a
una señora de Almería, Dolores
Olmo, reclusa también en la cárcel
de mujeres de “
Gachas colorás “ que había
sido detenida durante la
guerra civil junto al
cura de su
parroquia, que le
enseñe a rezar
el rosario. Ella fue
quien bautizó a la hija
de “La canastera “
a la que le
puso de nombre Ángeles.
Hoy
al ver su
cuadro, pintado por Bartolomé Marín hacia
los años 80,
he sentido una
especial alegría, tanto
por Emilia, a
la que de
alguna forma se
le hace justicia
y se le
reconoce su sufrimiento
por hacer el
bien, como por mi
amigo Bartolomé Marín
que se prestó
a dar su
tiempo y sus
pinceles, para plasmar
el rostro de
esta humilde pero valiente
y bondadosa gitana.
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