“LO QUE
NO ME VENCE
ME HACE MAS
FUERTE”:
(POSITIVIDAD ANTE
LAS DIFICULTADES DE LA VIDA)
Jesús Alcoba ha publicado
recientemente “La Brújula de Shackleton”, un libro sobre el éxito personal
basado en la expedición Endurance, la aventura que el explorador polar y su
tripulación vivieron tras quedar su barco atrapado y destruido por el hielo de la
Antártida. En opinión del autor, Shackleton desplegó ocho cualidades que
quienes profundicen en esta extraordinaria historia podrán aplicar a su vida
Explicaba J. Alcoba, gestor del
seminario Lideres d el Futuro ,
de la
Fundacion Eduarda Justo, experto
en la famosa
exploración de la Antártida de Ernest
Shackleton que la sociedad
del bienestar tiene
muchas ventajas pero
en ocasiones nos
debilita. Se quejaban el
otro día en
el autobús unos
estudiantes de la
Universidad de Almería de
que les había tocado
un aula sin
aire acondicionado.
Recordábamos gente
de otra generación
aquellos tiempos de
las aulas universitarias repletas
en donde había
que luchar por
un puesto libre,
en horarios a veces
fuera de tiempo,
o incluso asistir a
las clases magistrales
de pie. La sociedad
del bienestar a
nuestras últimas
generaciones de jóvenes,
en muchos casos
les ha preparado
muy bien en tecnologías
e
idiomas pero a
veces les ha
debilitado en cuanto
a formar “ auténticos quejicas “
cuando las cosas
no vienen bien
rodadas. Alcoba recordaba
en una charla
en Tedx un estudio
que demuestra que
la felicidad es la frecuencia de
emociones positivas que
tenemos en la
vida y las actividades intencionales
nos llevan a
ello.
Las palabras
que usamos continuamente
son importantísimas. Así hay
gente para la
que todo es
extraordinario, genial o fantástico,
mientras que otras
muchas personas desgraciadamente usan
a menudo palabras
como problema, mala
suerte, desgracia, deprimente, funesto, etc. Es
muy difícil sentirse bien
si uno no
usa más que
vocabulario negativo continuamente. Las
palabras por tanto
modelan nuestra vida. Por
ejemplo un estudio
hecho en Estados Unidos
y en España venía
a decir que
el 72 % de
los norteamericanos pensaban
que su destino depende de
ellos, mientras que en
España la cifra
era solamente del 17
% ¿Qué es
lo que hace
que no nos
veamos capaces de ser
lideres de nuestro
propio destino? Quizá puedan ser
factores culturales o
educativos, pero nunca
es buena noticia
que una persona
crea que las
claves de su futuro
están en
otro lugar diferente a
su propio ser. La
actividad intencional es
cuatro veces más
importante que las
circunstancias en nuestro
nivel de felicidad. Es por
ese motivo que
para ser felices
lo primero que debemos
hacer es luchar
por serlo, poner
los medios a
nuestro alcance para
que ocurra. Sentarse a
esperar que alguien
o algo resuelva
nuestra vida no
parece una opción practica.
Jesús Alcoba,
experto en Ernest
elogia la filosofía de Shackleton,
cuyo poema preferido era :
“PARA LOS
VALIENTES LO MALO
SE CONVIERTE EN
BUENO DE REPENTE “
( EL
NO HAY MAL
QUE POR BIEN NO VENGA
NUESTRO)
Los verdaderos
valientes rara vez
son insensatos. El
valor es lo
que hace que
seamos capaces de
generar una forma de control
sobre el riesgo
que asumimos. Este control
puede ser mental,
emocional o comportamental. Desde
este ángulo ,el valor
,es en cierta
medida , una tabla de salvación
a la
que deberíamos aferrarnos. Se es valiente c cuando se es
capaz de inventar , crear e
imaginar una solución que
se equipara al
riesgo que se corre. Porque
vivir sin riesgo es
como vivir teniendo
siempre la razón. Cuando
la vida se
hace una serie
de rutinas aburridas
que nos debilitan
y nos desmoralizan. Se aprende
muy poco así,
cuando vamos por
la vida cubiertos
de seguros y
saltamos siempre con “ red” protectora. El riesgo
y la duda,
o la incertidumbre bien gestionados, acaban abriéndonos puertas
que hacen que
aprendamos y crezcamos. Las dificultades de
la vida nos
hacen más fuertes. Decía Galeano
que somos lo
que hacemos para
cambiar lo que
somos . El ser
humano debe tener siempre
un propósito en
la vida, pero
poca gente se
lo plantea. Hay una
fuerte relación entre el propósito, el sentido de
la vida, la
productividad y la
felicidad. Si uno no sabe
dónde va es muy difícil
que
sepa calibrar si lo
que le
ocurre o lo que
consigue es bueno o
malo. Y por
supuesto desconocer el rumbo de
la propia vida puede
causar infelicidad y
a veces puede
llevar hasta la depresión
o
el suicidio. Se dice
que hay que ayudar a
las nuevas generaciones,
pero las ocasiones
en las que
los jóvenes pueden
acceder a estas
iniciativas no son tan
comunes como seria
esperable u optimo.
http://antoniomarincara.blogspot.com.es/
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