Pensadores, poetas, místicos y buscadores de Dios
Como cualquiera que
ama la naturaleza
y se siente
enamorado de la
montaña, siempre admiré
la vida de
un gran hombre,
que luchó por
ella y sus
valores en Granada,
y en concreto
en Sierra Nevada.
Nuestra ruta parte desde la desembocadura del arroyo San
Juan, en Güéjar Sierra. Nada más pasar el túnel que hay a continuación de
la estación del Charcón, debemos cruzar el Genil por un puente. A la
izquierda, el Chalet-Restaurante del Duque y frente a nosotros, una empinada y
estrecha carretera en la que debemos circular despacio y con mucha precaución.
Según vamos ascendiendo nos vamos adentrando en un bosque de
castaños que se hace acompañar de robles un poco más arriba. Pasamos junto a
una pequeña edificación, antesala del Hotel Sierra Nevada e inmediatamente
contemplamos una fuente con leones que se sitúa en la parte más baja del mismo.
A los 3 kilómetros de haber cruzado el río encontramos un camino de tierra que,
de tomarlo, nos lleva a la parte media del Arroyo de San Juan y a las
canteras de serpentina.
Siguiendo la carretera, llegamos enseguida a la Fuente
Agrilla y, enfrente, la entrada al Hotel del Duque, hoy Seminario
Sierra Nevada, en el que grupos relacionados con la Iglesia Católica disfrutan
de la reflexión y el descanso. Sorprende el buen estado de conservación del
edificio, tanto en las partes originales, muy cuidadas, como en las obras de
reparación realizadas posteriormente. Estando allí no nos queda la menor duda
de que era un hotel extremadamente lujoso para su época.
Fue este hotel otro de los proyectos del duque de San Pedro,
quedando abierto al público el día 20 de marzo de 1925, como sucursal del
Alhambra Palace. Situado a 1.350 metros de altitud, aprovechaba, como medio de
transporte, el tranvía que llevaría a los pasajeros hasta la parada del Charcón
desde donde serían llevados, en lujosos carruajes, por la retorcida carretera,
hasta el hotel. Se encarga D. Julio Quesada de desarrollar una importante campaña
publicitaria en la que se resalta la utilización de la corriente eléctrica en
todos los servicios -“cuya limpieza y rapidez, son el éxito de los hoteles de
Suiza”-, por supuesto, proveniente de la sociedad “San Pedro, Eléctrica del
Maitena”, propiedad del duque.
A comienzos de 1928 se anuncia que el hotel cierra en
invierno. Esta situación debe ser la normal a pesar de que el duque embarca a
las sociedades montañeras granadinas en la organización de la Semana Deportiva,
de carácter nacional, buscando complementar la clientela habitual del Hotel
Sierra Nevada.
En estos años recibe la visita del jefe del gobierno: Manuel
Azaña, concretamente en noviembre del 1931. Como anécdota comentar que el duque, lógicamente, no está presente y hace de anfitrión el ingeniero Santa
Cruz. La visita que el hotel no recibe es la de Alfonso XIII, entendiéndose
como un distanciamiento entre el rey y el duque.
En 1936 se cierra el hotel y el duque de San Pedro lo dona al
Arzobispado de Granada para sanatorio o seminario de verano con todo su
contenido. El duque comenta al arzobispo Agustín Parrado al firmar la donación:
“Yo pongo la jaula; Vd. pone los pájaros; y ésta (se refiere a su mujer) que
ponga el alpiste, pues ella es la que tiene los cuartos”.
De nuevo hacia arriba, pero con menor pendiente, la
vegetación disminuye y con ello se abre el paisaje. Vemos, a nuestros pies, el
Valle del Genil y enfrente la Loma de las Cunas de los Cuartos, la de la acequia
del Papeles, cuyo nombre proviene del pleito por el agua de la misma entre dos
parientes.
A dos kilómetros de la entrada al hotel podríamos bajar a
Güéjar Sierra, concretamente a la central eléctrica, si nos desviamos por el
camino de tierra de Haza Llana. A partir de aquí la vegetación se aclara
y, aparte de matorrales, sólo encontramos pinares de repoblación hasta
desembocar en la antigua carretera de la Sierra, la llamada de las Sabinas,
y en el Centro de Interpretación del Dornajo.
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