El fruto del silencio es la oración,
El fruto de la oración es la fe,
El fruto de la fe es el amor,
El fruto del amor es el servicio
El fruto del servicio es la paz
(Madre Teresa de Calcuta)
Bastami era
el nombre de uno
de los
más grandes sufíes
de la India,
se proponía efectuar
una larga peregrinación hasta la Meca. Cuando
estaba a punto de
salir, se encontró
con uno de
sus preceptores espirituales,
que le preguntó:
¿por qué vas a
ir a la
Meca?
Para ver a Dios- repuso
Batumi
Entonces el
Preceptor le ordenó:
Entrégame ahora mismo el dinero que
llevas contigo para
el viaje.
Bastami le dio el
dinero al mentor,
que se lo guardó en
el bolsillo y agregó:
-De haber llegado
a La Meca ,
habrías dado las siete
vueltas de rigor a la piedra
sagrada. Pues bien,
en lugar de
eso, da ahora
siete vueltas a mi
alrededor.
Bastami obedeció
y dio siete vueltas
alrededor del mentor,
quien a continuación aseveró:
Ahora si has
conseguido lo que
te proponías. Quédate
en tu casa con el
ánimo sereno y
satisfecho, si bien
quiero decirte algo más. Desde
que La Meca
fue construida, ni un
solo minuto dios
ha morado allí,
pero desde que el corazón del
hombre fue creado, ni un
solo instante Dios ha dejado de
habitar en él. Ve a
tu casa y medita. Es
necesario viajar a
tu corazón.
¡!Qué tendencia ilusoria la
de querer encontrarse
cara a cara
con el rostro
del Absoluto fuera de sí
mismo o verlo reflejado
en monumentos de
piedra o imágenes de caliza!! El
Absoluto mora y palpita en ti
como tú
mismo.
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