Viejo profesor

¿Enseñar o educar? al final del camino, de toda una vida educando...

Lo que más echo de menos en la ENSEÑANZA, es esa cualidad que decimos los profesores que tiene que venir de casa, la educación. Enseñar, enseñamos... pero educar, ya tiene que venir de casa, porque ya las administraciones nos han dejado a docentes, aunque también a los padres (el momento que vive la sociedad actual de falta de valores) sin herramientas, sin autoridad real y moral, para poder desempeñar la misión que se le encomienda al docente, al educador, al maestro. De ahí que actualmente trabajar con adolescentes no sea tarea nada fácil. Los alumnos a veces están como perdidos. Están en clase por estar, pero lo mismo que están los bancos o los pupitres, lo que acaba por producir una tasa de absentismo mayor que la de cualquier otra época que recordemos los " viejos docentes” en el mundo de la enseñanza...Y ahí, muchas veces, los docentes se encuentran que no hay colaboración por parte de los padres actuales.

     AÚN ASÍ... la adolescencia, su ingenuidad y sus casi “utópicos sueños" es de lo que me llevo como mejores recuerdos de tantos años de docencia…También los maravillosos años de Escuela de Padres, el trabajar en equipo en la docencia. En definitiva ha sido una suerte ser profesor y haber disfrutado de lo mejor de la enseñanza, los alumnos. Y ese privilegiado valor terapéutico que tenías cada año, la oportunidad de volver a tener 16 o 18 años y verte contagiado de sus sueños y de su vitalidad. En definitiva lo que al final queda de este a veces duro, pero siempre hermoso y bello camino de la enseñanza son hermosos recuerdos que te fortalecen para mirar con optimismo lo que queda de camino.