Tener una
mascota reduce la
presión arterial y
la ansiedad en
pacientes con alzhéimer, mejora
el sistema inmune,
evita la depresión
y es bueno
para el corazón: las
mascotas alargan la vida
de quienes han
sufrido un infarto,
según infinidad de estudios
publicados en los
últimos 25 años.
La Fundación Española
del Corazón, de la Sociedad Española de cardiología, defiende los
beneficios para la salud
cardiovascular de tener
un perro como
mascota después de
que una reciente
revisión de estudios
lo haya asociado a
un menor riesgo
de hipertensión, colesterol elevado
u obesidad en
sus dueños.
Y es en concreto,
esta entidad la
que ha citado
un trabajo publicado en la
revista Circulación que
relacionó las bondades
de tener un
perro según diversos
factores de riesgo cardiovascular al
relacionarlo con mejores
niveles de presión
arterial y c colesterol, y una menor
incidencia de obesidad: “Aunque
los estudios demuestran
relación entre tener
un perro y
un mejor estado de
estos factores de riesgo
cardiovascular, la relación causa efecto
no se puede afirmar
aunque si la
mejora de hábitos
de ejercicio de quienes tienen
un animal de compañía” (V. Arrarte). En este
sentido, además de la
mejoría de determinados aspectos
psicológicos ya conocidos,
hay estudios que
muestran que convivir
con un perro
favorece la práctica
de actividad física,
por lo que los
niveles de hipertensión, de colesterol
y la incidencia de
obesidad podrían verse mejorados
por este motivo. Algo
que demostró un
trabajo con más
de cinco mil personas
realizado en Japón, que
reveló como las
personas con perro
están más cerca
de cumplir con
la recomendación mínima
de práctica de
actividad física que
aquellas que no
tienen perro.
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