Suscitar el interés por la filosofía en los planes de estudio debe ser una prioridad.
Creo sin pecar de subjetivo, que nadie puede negar que nos
encontramos en una situación de dispersión en el campo de la filosofía. Parecen
haber desaparecido sistemas filosóficos como el existencialismo, el marxismo,
el estructuralismo y la analítica del lenguaje. Y, si han desaparecido, es
porque eran tal vez incapaces de ser pragmáticas, de proporcionar
una visión trascendente de la misión del hombre en la vida, el sin sentido de
la vida, eliminando una visión trascendente del hombre y una mínima esperanza
de la dignidad de la vida para el más allá. Quizás también la cultura europea
está amenazada por el cientifismo, el relativismo y el subjetivismo. También
en el humanismo cristiano acecha la sombra de la incertidumbre. Seguramente habría que hacer un intento desde la fe
cristiana de recuperar la filosofía. Se ha abandonado el tomismo para caer en
manos del idealismo (Rahner) o de la fenomenología (Husserl) y quizás dando así
lugar a un claro subjetivismo. Habría que elaborar una síntesis que sepa
recuperar un sano realismo. Síntesis sobre los problemas fundamentales de la
filosofía: la sustancia, el concepto, el hombre, la ética, Dios, la participación
del ser, la analogía del ser y la muerte.
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