BELLEZA ES UNA MANERA DE VER LAS COSAS
El zorro dijo al principito algo maravilloso: "Solo con el corazón se ve correctamente. Lo esencial es invisible a los ojos". Así pues, según nos dice la lectura del libro El Principito, de Antoin de Saint Exupery es preciso oír con el corazón, ver con el corazón…
En un cuento japonés el discípulo le dice al maestro:
-Maestro, me estás ocultando el secreto final de la contemplación.
- No, eso no es cierto -dice el maestro.
- Sí, lo es -responde el discípulo.
-¿Oyes cantar a aquel pájaro? -pregunta el maestro al discípulo.
- Sí -respondió el discípulo.
- Sabes entonces ahora que yo no te oculté nada -dice el maestro.
- Sí -admitió el discípulo.
¿Sabes lo que sucedió entonces? Él oyó con el corazón, escuchó con el corazón. Es una gracia que se nos puede dar si sabemos mirar.
Imagina que estoy observando una puesta de sol y un campesino se aproxima y me dice : “¿Qué es lo que mira usted?
!Parece estar en éxtasis!" Y yo le respondo: “!Es que estoy extasiado con la Belleza!” El pobre hombre comienza a venir todas las tardes para conseguir la Belleza, y se pregunta continuamente dónde está. Él ve el sol, las nubes, los árboles. Pero…¿Dónde está la Belleza? Quizá tarda en comprender que la Belleza no es una cosa. Belleza es una manera de ver las cosas.
Cuando el dramaturgo irlandés Oscar Wilde llegó por la noche a su club, después de asistir al estreno de una de sus obras, que había sido un completo fracaso, alguien le preguntó: “¿Cómo ha ido el estreno, Oscar?”
"!Ah¡" -respondió Wilde: "La obra ha sido un enorme éxito. Lo que ha sido un fracaso ha sido el público".
Y es que en este mundo traidor "nada es verdad ni es mentira, que todo es según el color del cristal con que se mira".
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