Cuando la literatura es capaz de transportar a un niño al más bello de los viajes, a la más plena de las aventuras.
Cuentan que una tarde larga de verano, fue cuando una niña se aburría en casa, y siguiendo los consejos de su madre se puso a leer, que fue así como surgió la idea de escribir una de las más bellas obras de la literatura infantil Alicia en el país de las maravillas. Y es que sin llegar a convertir a los niños en ratones de biblioteca, la lectura de un libro abre los sueños y la imaginación de un niño , a veces limitados o asfixiados por el materialismo y el consumismo de una sociedad hastiada: cuando un niño comienza a leer un libro es como si abriese las ventanas de su vida, como si una corriente de aire puro y de ilusiones se comenzase a introducir por las rendijas de su alma infantil, de su derecho a soñar y a recrear su imaginación que le transporte con la imaginación a crecer desde su mundo de sueños e ideales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario