Fernando Carrasco, un hombre de talla
Hace días me
sorprendió de una
manera inesperada el
fallecimiento de Fernando
Carrasco.
Fernando Carrasco
publicó en 2008
una gran obra. La
que era su
segunda novela El hombre
que esculpió a
Dios a punto de
alcanzar su sexta
edición, nos sorprende
la noticia de
su muerte. Esta obra
llevada al teatro
por el grupo
La Contenida y el
actor Juan Collantes de Terán, ha
sido un grandioso
éxito de público
de asistencia a
la obra representada
en el emblemático
escenario del Hospital
de la Santa Caridad.
Sevilla, corre el año 1627, huele a incienso y a azahar...
Juan de Mesa
llega a Sevilla
en 1606 para
ingresar en el
taller de Montañés. Alumno aventajado
de su maestro,
al independizarse, Mesa
se establece en San
Martín. En la obra
de este imaginero
cordobés, la corona
de espinas es
un sello característico de
su imaginería, incluso a
la hora de firmar sus
imágenes. Imágenes como el Cristo de
la Misericordia de Santa
Isabel o el Crucificado de la Agonía
de Vergara sirven
para entender mejor
el distanciamiento artístico
y personal entre
Juan de Mesa y Martínez Montañés. En
este sentido Gabriel Ferreras d estaca al Cristo
de la buena Muerte
de los estudiantes como la
talla aún más
“montañesina” en la
obra de Mesa. “El
cliente era la
casa profesa de los
jesuitas y como tal el artista
sabe que el estilo de esa imagen
debía ser diferente”. 
Seguimos haciendo
la composición de
lugar: aquel distanciamiento con
una puesta en Escena: el
taller de Martínez
Montañés; el de su
alumno Juan de Mesa;
la taberna, donde el
maestro perderá su
honor embriagado por
la envidia de
la talla de
un Nazareno encargado
por la Cofradía del Traspaso,
y la que le
acogerá como asesino. Tres
siglos que soportan en
silencio el secreto
de un Juan Martínez Montañés
al que se
atribuyeron obras en
realidad firmadas por
Juan de Mesa, y ese
es el conflicto
que revela el
inolvidable y querido Fernando Carrasco en
su segunda novela: El
hombre que esculpió a Dios editada en
2008.
Fue el joven
actor Juan Collantes de Terán quien,
entusiasmado por el escrito
original de Carrasco quien
decidió ponerse en
contacto con su
autor. Cuenta Juan Collantes que
el encuentro fue
grato entre ellos
y Carrasco no
tardó en involucrarse
en el montaje
desde la supervisión de la
adaptación teatral a los ensayos. La
música adaptada con
la intervención de
José Cuadrado, que
armoniza con la voz en
off del periodista
Antonio Cattoni y de
Gregorio Urbistondo. 
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