La vida es un viaje,
un viaje hacia
el interior de
uno mismo. Recapitulando partes
de mi vida, en
este atardecer playero, en
las playas del Zapillo
de Almería, en
el comienzo de
mis vacaciones, retrotrae
uno la mirada
sobre etapas de
mi propia vida. Sí,
la vida es
un viaje. Un
viaje lleno de peligros,
en el que la
mayoría de las
personas no se
atreven a hacer
este viaje hasta
el fondo.
Decía Kierkegaard : “Arriesgarse produce
ansiedad, pero no
hacerlo significa perderse a
uno mismo…Y arriesgarse
en el más
alto sentido, es
precisamente tomar conciencia
de uno mismo.”
No hay ser
humano que esté libre
de la angustia, o del dolor
de la soledad. Dar
a luz una
nueva consciencia de
uno mismo, no
se puede hacer sin
dolor. Un nuevo
autoconcepto es morir a
lo anterior a
lo conocido. A
través de la crisis, de
la angustia, nos preparamos
para ser de
otra manera aún
desconocida.
Fundamentalmente es uno
mismo quien tiene
que encontrar la fuerza y
el valor necesario
para ayudarse en este
proceso de llegar a ser
quién realmente se
es, no es
posible que otros
nos ayuden, excepto
en facilitarnos un
espacio, unas condiciones en las
que poco a poco,
libremente, podamos ir
buceando en nuestro
propio interior.
Encontrarse a sí mismo, eso es LO IMPORTANTE.
Asumir las responsabilidades de
los otros puede
ser una trampa.
Yo no puedo
enseñarte tu camino
porque ya no sería el
tuyo. Es terrible y
a la vez
es maravilloso. El otro, cada
tú, no son
ni adversarios, ni
salvadores, sino solo
unos compañeros de viaje
que recorren el
ciclo de la vida.
Este viaje, para que
sea auténtico e integrador
debe armonizar todo
mi ser, mis
deseos, mis frustraciones, mi
manera peculiar de
ser en el
mundo, mis condicionantes personales, familiares, sociales
y, culturales, en un
todo único.
No es fácil el
camino, muchos prefieren
no enterarse, no saber
nada, pasar desapercibidos sin
demasiados problemas, en
un estado de vitalidad mediocre. Aunque creo
que no sufren
hondamente, tampoco viven o
disfrutan con plenitud sin
interés real por
lo que están
haciendo. Trabajan, duermen, comen, son
obedientes con lo
establecido.
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