martes, 16 de agosto de 2016

ME OLVIDÉ DE VIVIR

Lo  cantaba  en  su  tiempo  Julio  Iglesias, lo hemos tarareado todos,  pero  sin  embargo  acaba  olvidándosenos  su  letra  a  la  hora  de aplicar tan  sencilla sabiduría.

De tanto correr por la vida sin freno
Me olvidé que la vida se vive un momento
De tanto querer ser en todo el primero
Me olvidé de vivir los detalles pequeños.

De tanto jugar con los sentimientos
Viviendo de aplausos envueltos en sueños
De tanto gritar mis canciones al viento
Ya no soy como ayer, ya no sé lo que siento

Me olvidé de vivir…de alguna   forma lo contaba a  su  estilo,  en  alguno  de sus  libros,  el  sabio  jesuita   hindú   Toni  de  Mello:

Un  mercader  de  Bagdad mandó  a su sirviente  al  bazar  a  hacer  un recado,  y el  hombre  regresó  lívido  y  temblando  de  miedo: “amo”, le   dijo  al   mercader, “estando  en  la  plaza  del  mercado,  tropecé   con  un  extraño  y,  cuando  le  miré  a  la cara, descubrí  que  era  la  Muerte. Me  hizo  un gesto  amenazador  y desapareció. Ahora tengo  miedo,  y  te  pido,  por favor,  que  me  dejes  un caballo  para  irme  inmediatamente  a  Samarra  y  poner  entre  la Muerte  y  yo  la   mayor   distancia  posible.”

El   mercader, preocupado  por su  sirviente,  le  dio  su  caballo  más  veloz,  y  el  hombre subió a él  y  desapareció   en  un  santiamén.

Horas  más tarde, el  propio  mercader  se  dio  una  vuelta  por  el bazar  y  vio a  la   Muerte  entre la   multitud. Entonces  se   acercó  a ella  y le  dijo: “Esta  mañana le  hiciste  un gesto  amenazador a  mi  pobre sirviente. ¿Qué  quisiste decir?”

“No fue  ningún gesto  amenazador, señor”, dijo  la  Muerte. “Fue   un  gesto  de sorpresa  por  encontrarme  con  él  en Bagdad”

“¿Y  por qué   no  iba  a  estar  en Bagdad,  si  es aquí  donde vive?

“Bueno,  yo  había entendido  que  tenía  que  encontrarme  con él  esta  noche  en Samarra ¿comprende?”.

Reflexiona  Toni  de  Mello  S.J. “La  mayoría  de  las   personas tienen tanto miedo a  morir  que  con  tantos  esfuerzos   como  hacen  para evitar  la  muerte, se olvidan   de vivir.”

De tanto ocultar la verdad con mentiras
Me engañé sin saber que era yo quien perdía
De tanto esperar, yo que nunca ofrecía
Hoy me toca llorar, yo que siempre reía.

Me olvidé de vivir …

De tanto jugar con los sentimientos
Viviendo de aplausos envueltos en sueños
De tanto gritar mis canciones al viento
Ya no soy como ayer, ya no sé lo que siento. 





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