La otra Karla ya no existe: y siempre la pena de la pena de muerte (recordando una lejana pero injusta ejecución en Tejas)
A veces se
echa en falta
una mayor sensibilidad
solidaria entre el común de los
ciudadanos, y la
deficiencia se nota
mucho más cuando
son los poderes
públicos quienes ley
en mano manifiestan
una dureza impropia
de nuestros tiempos. La estricta
aplicación de la pena
de muerte, es uno
de esos casos. Y
más, cuando esta se
da en países
democráticos y que
son punteros en
cuanto a desarrollo técnico y
poder económico y
por ello aún más lamentable
todavía. Encuentro entre mis
papeles perdidos, ahora
que pongo un
poco de orden,
por tanto tiempo
olvidados, la siguiente
carta que escribió
en su día
el obispo francés Jacques
Gaillot con motivo de la
injusta ejecución de una
mujer norteamericana. Ella había
expresado su
arrepentimiento, su regeneración declarando
días antes de
recibir la inyección
letal: La otra Karla
ya no existe.
Karla murió sonriendo,
perdonando, rezando. Después de
catorce años de
espera ya no
era la misma
persona. Su conversión da testimonio del largo
camino recorrido por esta
mujer que tenía
deseos, necesidad y
voluntad de ser una
persona distinta. Un
criminal nunca puede
reducirse a su
crimen. Es capaz de
humanizarse, de vivir de
otra manera. Cuando matamos
con premeditación al
autor de un
crimen ¿estamos seguros de que
todavía es aquel
que habíamos juzgado?
La ejecución de
Karla Tucker provocó conmoción y
rebeldía en todo
el mundo. Por
el hecho de pertenecer
a la humanidad
siento vergüenza. Esta ejecución,
con su
ritual bárbaro, es para mí un escándalo y una
locura. Un escándalo,
puesto que, una vez
más, pone de manifiesto
hasta qué punto
estamos encerrados en
el ciclo infernal
de la venganza.
Una locura porque
revela nuestra incapacidad
para admitir que
una persona, aun
condenada por la
justicia de los hombres,
puede cambiar.
Hoy en los
pasillos de la
muerte, casi 3.400 condenados
espera todavía a ser
ejecutados. No alcanzar la
notoriedad de Karla
Tucker. Y sin
embargo, ellos también
han podido cambiar. A
ellos también debemos verlos
como seres humanos,
mayores que su
crimen. Escándalo. Locura. Nunca
una muerte podrá
borrar otra muerte.
Karla Faye Tucker (18 de noviembre de 1959 - 3
de febrero de 1998) fue una convicta por asesinato en el Estado
de Texas condenada en 1984 y ejecutada catorce años más tarde. Fue la primera
mujer en ser ejecutada en Estados Unidos de América desde
la ejecución de Velma Barfield en 1984. Por ser mujer y su conversión
al cristianismo, inspiró un movimiento en Estados Unidos que
abogaba el cambio de la condena a muerte de Tucker por la de cadena
perpetua. Este movimiento llegó a tener alcance internacional.
Karla Tucker nació en Houston, Texas, era la más joven
de tres hermanas. Su padre Larry era estibador. Cuando Karla tenía diez
años sus padres se divorciaron, y durante los procedimientos del divorcio, ella
creyó haber sido la causa de la ruptura de sus padres. A los 12 años ya
consumía drogas. A los 14 fue expulsada del colegio, siguió a su madre Carolyn
en un grupo de rock, ejerciendo la prostitución y viajando con grupos como The
Allman Brothers Band, The Marshall Tucker Band, y Eagles. A los 16
años se casó con Stephen Griffith de quien se divorció poco tiempo después.
El 11 de junio de 1983, Tucker y sus amigos,
luego de consumir altas dosis de drogas y alcohol, fueron a robar a Jerry Lyan
Dean, de 27 años. Cuando Dean los descubrió, Karla lo asesinó a sangre fría
apuñalándolo con una piqueta. También mató a la novia de Dean, Deborah
Thornton, de 32 años de edad.
Tras unos años en la cárcel se rehabilitó. Se casó con el
párroco Dana Lane Brown y dio varias charlas en contra de las drogas, en
ocasiones teniendo visitas de drogadictos para convencerles de acabar con su
adicción a las drogas. Muchos de esos drogadictos se rehabilitaron y por ello
se considera que Karla salvó más vidas que las personas que asesinó.
Fueron famosas las Canciones
por Karla Tucker que se
cantaron por aquella
época en muchos
estados de USA. Asimismo
las películas que
sobre su dramática
historia triunfaron en los Estados
Unidos.
The Tomorrowpeople (1999). "America's Deathrow
Sweetheart" (Gibson/Powerchurch) en el album Marijuana Beach [Olivia
Records]
Indigo Girls (1999). "Faye Tucker" (Ray) en el álbum Come on Now Social [Epic Records]
Entre las películas
más famosas, destacan:
A Question of Mercy: The Karla Faye Tucker Story (1998),
documental de televisión dirigido por Rob Feldman.
Crossed Over (2002), película con Jennifer Jason
Leigh y Diane Keaton.
Karla Faye Tucker: Forevermore (2004), película dirigida
por Helen Gi.
¿Podemos esperar que
algún día, en nuestro
planeta, nunca más
le sea otorgado a
ningún poder el derecho de
vida y de muerte? Alcanzar
esta meta demostraría que
somos capaces de
crecer en humanidad.
La parábola del
buen samaritano, expuesta por Jesús como
modelo de comportamientos, de no
dejar tirados en las cunetas
a nadie con dificultades,
está en las
antípodas de la
eliminación legal de cualquier
persona.
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