El kétchup del Imperio Romano
El consumo de
garum en la
era romana era tan
común que la salsa aparece
como ingrediente en
gran parte de sus
recetas. Desde la mesa
del emperador a
la dieta del
legionario, el garum estaba
presente y recomendado. La receta
era muy sencilla: sal, vísceras de
pescado, salmonetes, especias
como el anís, vinagre
o vino. La salsa más famosa
del imperio romano. De
ella, ya Plinio
el Viejo decía
que “ningún licor ni
perfume tiene mayor
precio y da
tanta fama a los lugares
donde se fabrica”.
Dos
milenios después el
arqueólogo y profesor
de la Universidad de Cádiz Darío Bernal , que dirige
una investigación única que
pretende volver a producir
el famoso garum
gaditanum a partir
de restos encontrados
en el yacimiento de Baelo Claudia (Bolonia Tarifa) reafirma aquellas
palabras del naturalista
latino : “Cádiz era de
los lugares más
reputados en esa
producción de la salsa. Nuestro fin
es investigador, queremos
comprender el proceso. Hemos rellenado
ánforas pequeñas con la mezcla
para reproducir las condiciones
y problemas que
tenían. Aunque el proceso de
elaboración era similar en
todas las zonas,
los ingredientes variaban. Las
vísceras, espinas y piel de
pescados como el atún se
mezclaban con sal, trozos
de pulpo, salmonetes,
vino o vinagre
y diversas especias
y se dejaban
en maceración tres
semanas. La sal
eliminaba el crecimiento bacteriano;
la mezcla se
removía hasta que
quedaba como un
puré. Esa pasta se
filtraba y el
elemento liquido resultante
era el garum; el residuo sólido
era una especie
de paté llamado
allec, que también
se consumía, y en
contra de lo que
se pueda pensar, el sabor de
la salsa no es tan extraño
a los paladares de
hoy. La flor de Garum
que se consumía
en Pompeya con
el garum que
hoy se comercializa,
en Cádiz y
gusta al que
lo prueba. Al que
consume salazones, este producto
le encanta”. Si la
Gades de
la antigüedad fue conocida
en todo el
imperio por la
calidad de su garum,
la Cádiz del siglo XXI
podría ser el
lugar en el que se consiguió revivir
una receta al
cabo de dos milenios.
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